La Torre del agua recibirá la semana próxima uno de los elementos que servirán para finalizar la apariencia exterior del edificio: "los parasoles que recorren las rampas y abraza el muro cortina". Lo explicó ayer el arquitecto responsable del diseño del edificio, Enrique de Teresa, que aseguró además que la obra ha superado "el 65% del total" a realizar.

El vallisoletano explicó que faltan por acometer los trabajos en el interior, de tabiquería y acabados, así como los remates de una construcción que, según advirtió, "supone más de lo que en apariencia puede parecer". En el exterior aún debe finalizarse la pasarela de mantenimiento y el "espectacular" mirador con el que cuenta el edificio.

Esta fase de la obra se solapará con la instalación de la expografía que, aunque no quiso avanzar los detalles, adelantó que "serán muy interesantes para el visitante". No obstante, De Teresa se mostró confiado de cumplir con los plazos inicialmente previstos y la obra podría estar finalizada "dos meses antes de la apertura de la muestra".

PABELLÓN DE ESPAÑA La construcción del pabellón de España avanza cumpliendo la programación prevista y, según el arquitecto que diseñó el edificio, Patxi Mangado, "se ha cubierto ya el 70% de su construcción". Los trabajos se centran actualmente en la parte de las instalaciones básicas para su funcionamiento así como en el recubrimiento de los pilares metálicos con las piezas de cerámica que darán con su apariencia definitiva. "En su interior ya se pueden diferenciar sus diferentes espacios, como el bosque o las cajas ingrávidas, y la distribución final de su espacio", explicó Mangado.

Sin embargo, el arquitecto destacó que hasta que no se inicie la instalación de la expografía no se podrá tener una idea global de su valor artístico. "Tendríamos que tener la arquitectura terminada a finales de enero del año que viene. Teniendo en cuenta que la colocación de los contenidos también se iniciará en ese mes, durante algún tiempo habrá superposición de los trabajos de expografía y de acabados interiores", aseveró Mangado, que confía en que la obra esté totalmente terminada "a finales de marzo".

Sobre la reutilización del edificio posterior a la Expo, el arquitecto indicó que "el diseño va a permitir una transformación muy fácil". Este es uno de los elementos que él mismo destaca de su creación y, por extensión, del recinto de Ranillas. "Se ha planteado una postexpo de manera inteligente al no haber convertido el meandro en una colección de edificios singulares, sino contando con algunos que agrupan a participantes y reduciendo la construcción y facilitando su reutilización posterior", dijo Mangado.