La Policía ha descartado que los delincuentes no buscaran documentación, ya que no tocaron los papeles que se guardan en los armarios. Solo estaban interesados en los equipos informáticos, pero se llevaron los discos duros de ocho procesadores con información de usuarios que está protegida por la Ley de Datos Personales. Hay documentos relativos a personas que acuden a la Justicia para resolver pleitos civiles y también a reclusos de las prisiones aragonesas, ya que una de las salas desvalijadas ayer entiende sobre los recursos de Vigilancia Penitenciaria. Afortunadamente, la afección no será irremediable porque todos los datos se guardan en un ordenador central y la información sustraída podrá ser copiada.