El malestar ocasionado a los viajeros ha dejado en la estación de Delicias centenares de reclamaciones que, finalmente, se digieren con resignación y rabia entre los usuarios. "Es una auténtica vergüenza que pase esto en un transporte que resulta tan caro para el usuario", explicaron algunos viajeros que se apearon en la intermodal de Zaragoza procedentes de la estación de Camp de Tarragona. La solución del traslado en autobús no ha gustado tanto entre los viajeros como Renfe hubiera deseado, aunque reconocen que el trato y la atención han sido "buenos". Algunos pasajeros de los que aguardaron una hora la llegada de su convoy incluso plantearon abiertamente su particular solución al problema: "Que pongan servicios directos entre Zaragoza y Madrid, o Lérida-Zaragoza-Madrid, hasta que se solucione lo de Barcelona". Esta es una solución desechada por la compañía pero que se ha traducido en una reclamación.

La problemática surgida entre los usuarios del Alvia descendió de intensidad en las últimas 24 horas, aunque desde la propia estación señalaron el lunes como la jornada más compleja y difícil por el enfado de los viajeros que tuvieron que esperar. Desde Renfe restaron importancia a las múltiples protestas recibidas en el primer día que la compañía puso en marcha las actuales modificaciones provisionales. "Es lógico que cuando se introducen cambios cuesta que todo el mundo, personal y viajeros, se adapten a la perfección, pero se está consiguiendo atenuar estos retrasos en la llegada a Madrid", explicaron. En relación a la situación que provoca la huelga, la empresa mantiene que "se están respetando los servicios mínimos del 80% en esas seis horas que duran los paros".