A finales de noviembre o principios de diciembre empezará a verse la apariencia exterior que tendrá la Torre del agua para la Expo". Las palabras del arquitecto que diseñó el edificio, Enrique de Teresa, definen el avanzado estado de su construcción y, sobre todo, la próxima finalización de la fachada, que solo está pendiente de la llegada de los 1.760 módulos de parasoles que llegarán al recinto la semana que viene procedentes de Bilbao --donde se han fabricado-- y que "se instalarán inmediatamente".

El traslado de estos paneles, de 1,66 metros de ancho por 1,50 de alto, no se hará de forma escalonada, lo que agilizará su montaje durante el mes de noviembre. El total de módulos de chapa perforada plegada vendrá acompañado de un sistema de luminarias que configurará la "imagen nocturna" del edificio.

Ahora, los trabajos se centran en la cubierta del edificio, en la terminación de la pasarela exterior de mantenimiento y limpieza, desde donde se colocarán los parasoles, así como en el recubrimiento de los pilares de la estructura de aluminio y el inicio de los acabados interiores. De Teresa se mostró "satisfecho" con el estado actual de la construcción y avanzó que "para la postexpo podríamos intentar que la Torre del agua alcance más altura". A pesar de ser uno de los edificios que no tiene definido un uso para después de la muestra, el creador de su diseño mantiene las "múltiples" posibilidades que ofrece sus instalaciones, aunque siempre podrá explotar su potencial "como mirador" de 73 metros de altura.

PARQUE DEL AGUA Igual de avanzado se encuentra el proyecto del parque metropolitano del agua donde, en breve, se procederá al llenado de las balsas y canales para que permanezcan así durante todo el invierno. "Cuando estén llenos de agua va a parecer que el parque está casi acabado", afirmó ayer uno de sus arquitectos, Iñaki Alday --comparte proyecto con Margarita Jover-- durante su visita a Zaragoza en la jornada que reúne a más de 70 arquitectos en la ciudad.

La imagen definitiva estará acompañada los bambús de entre seis y ocho metros de altura plantados ya en el recinto y las numerosas palmeras --también colocadas ya-- que conformarán, según Alday, una "colección excepcional, aunque no sea única". Se trata de unos "extraordinarios ejemplares" que ahora crecen en el parque.

Por otra parte, al canal de aguas bravas, primer proyecto terminado en el parque, se sumarán próximamente otras construcciones, como el edificio de cabecera desde el que se gestionarán todos los servicios, y obras como la urbanización del aparcamiento principal del recinto --junto a la ronda del Rabal--, que servirá para estacionar todos los autobuses que arriben con visitantes de la muestra. Además, se están cubriendo los taludes con vegetación que tapará la tierra del recinto.

DUDAS DE GISTAU El presidente de Expoagua, Roque Gistau, reconoció ayer en Madrid, por primera vez, que el pabellón puente podría no tener lista alguna de sus funciones en las fechas fijadas de la muestra, aunque se mostró convencido, a ocho meses de que se inaugure la Expo, de que, si bien el plazo es "cortísimo" para una obra de este calibre, "llegaremos a pesar de las muchas dificultades".

El presidente de Expoagua también subrayó que hay una "operación de infraestructuras potente" de acompañamiento a la Expo, y aquí destacó el proyecto que incorpora el río a la ciudad y convierte al Ebro en un gran parque fluvial, "que sirva al ocio ciudadano y que sea navegable por pequeños barquitos".

Asimismo, comentó que la muestra está diseñada para acoger a unas 90.000 personas al día y hasta un máximo de 110.000, y señaló que, en cuestión de alojamientos, se estima que habrá unas 15.000 camas.