El debate sobre la necesidad de plantear una moderación salarial en los convenios colectivos planeó ayer sobre la Cumbre Empresarial. El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gerardo Díaz Ferrán, aseguró que esta contención en los sueldos "se hace más importante y necesaria en los próximos años" para que las firmas puedan seguir creando empleo y compitiendo en el actual mercado globalizado. Algo menos contundente fue el discurso del presidente de la patronal aragonesa, Jesús Morte, quien coincidió en señalar la "importancia" de la moderación salarial, si bien subrayó que hay "otros elementos" para garantizar el progreso económico como la apuesta por la innovación o la internacionalización.

Las declaraciones de ambos líderes llegan una semana después de que la Confederación de Empresarios de Zaragoza abogara por no subir de forma excesiva los sueldos para evitar una "escalada de precios" en un momento en el que la economía parece afrontar un "escenario de menor crecimiento". Como ya ocurrió entonces, los sindicatos se apresuraron ayer a criticar los planteamientos de la patronal, ya que consideran que el desarrollo de la comunidad no puede estar basado en una reducción de los salarios.

Sin embargo, Díaz Ferrán insistió en que los salarios deben ir "al unísono" de las necesidades de producción de las empresas y de la productividad, al tiempo que incidió en el aumento generalizado de la competencia empresarial: "Estamos en una economía globalizada y tenemos que competir con otras firmas que fabrican los mismos productos, y en esta competencia uno de los puntos importantes son los costes laborales". En este sentido, reconoció que los agentes sociales y económicos deben conseguir que los salarios "conserven su poder adquisitivo", pero subrayó que las empresas tienen que seguir compitiendo en este mercado tan globalizado.

El presidente de la CEOE justificó su propuesta aduciendo al actual proceso de "suave desaceleración" en la que, en su opinión, se encuentra inmersa la economía española. Díaz Ferrán señaló en este sentido que era "previsible" un menor ritmo de crecimiento, ya que "llegaría un momento en que no se podían seguir construyendo 700.000 viviendas al año". Con todo, se mostró optimista en su previsión de cara al próximo año y animó a los empresarios a seguir apostando por la inversión y la creación de puestos de trabajo. No en vano, subrayó que la ralentización de la construcción y su impacto laboral será paliado por la industria o los servicios, por la internacionalización de las firmas españolas y por la creación de grandes infraestructuras.