El diseñador Miguel Palacio presentó ayer en Madrid los uniformes que llevarán las azafatas y azafatos del pabellón de España en la Expo, una propuesta que el modisto definió como "funcional" pero en la que, a la vez, "prima el lado estético" en su diseño. Los vestidos de las azafatas y el personal de asistencia serán de color malva, y azul marino en el caso del uniforme para azafatas de protocolo, mientras que la vestimenta masculina combina ambos tonos, con una chaqueta de algodón azul marino, y jersey y foulard malva.

En cuanto a los materiales, serán tejidos ligeros, sobre todo algodones, y alguna mezcla de estos con lana, mientras que los zapatos de las azafatas serán de salón. Tanto los colores como los tejidos tienen en cuenta el lugar y el momento en que se desarrollará la Expo, en Zaragoza y en la época del año, en pleno verano, ya que, según explicó su diseñador, "habrá mucha luz", lo que, en su opinión, provocará un "contraste muy bonito" con el azul marino, mientras que los tonos malva aportarán "suavidad" a los tonos presentes en el vestuario.

Con el fin de que los uniformes estén impecables en cada momento, cada azafata contará con tres vestidos distintos y se instalará un servicio de lavandería en el propio pabellón, al servicio del personal.

Palacio subrayó que, a pesar de estar diseñado pensando "en una ocasión muy especial" y en que sea adecuado al trabajo que tendrán que desarrollar las azafatas, el uniforme es "muy coherente" con el resto de su trabajo y "fiel" a su estilo, ya que lo ha concebido como si fuera una más de sus creaciones.

Este compromiso con la delegación española en la muestra de Zaragoza supone la primera vez que el diseñador vasco idea un uniforme, algo que no sólo le ha "divertido mucho", sino que le ha resultado un trabajo "muy sencillo y fácil" de acometer, porque no pensaba que iba a ganar el concurso convocado por la organización, en el que también concurrieron otros creadores de reconocido prestigio como Modesto Lomba, Agatha Ruiz de la Prada o Jesús del Pozo. Es más, aunque lo hizo con mucha ilusión "en su momento", Palacio reconoció ayer que "ya casi lo había olvidado" cuando le llamaron para comunicarle que había ganado el concurso.

Para el modisto, a nivel personal, el gran atractivo de este proyecto consistía en que "no se trata de un uniforme más", sino que forma parte de la Expo 2008, es decir, una muestra que es "la imagen de nuestros días, de lo que estamos haciendo en España a todos los niveles".