Casi 6.000 personas se presentaron ayer a las oposiciones de Secundaria organizadas por el Gobierno de Aragón para optar a una de las 413 plazas presentadas por la Consejería de Educación para el próximo curso. En concreto, fueron 5.938 los que se presentaron tanto en Huesca como en Zaragoza y Teruel. Tras varios años en que apenas había plazas, este año ha habido un buen número de posibilidades, a pesar de la dificultad de exámenes de este tipo. La especialidad que tuvo más plazas es Lengua y Literatura Castellana, con 75 nuevos puestos de profesor. También hubo una buena oferta (45) en Geografía e Historia, al igual que en Matemáticas. El examen de esta última especialidad se celebró en Teruel. Para aspirantes a profesores de Inglés hay 40 puestos. En este caso, el examen de ayer se desarrolló en Huesca.

El número de estudiantes aragoneses que inician carreras universitarias está sometido a grandes oscilaciones. Las cifras que se facilitan al comienzo de cada curso académico carecen de valor, dado que durante el primer año de cualquier especialidad son muy frecuentes los abandonos definitivos. "Algunos estudiantes se matriculan, empiezan los estudios y, cuando se dan cuenta de la dificultad que entrañan, cambian de opinión y deciden reorientar su futuro profesional", comentó ayer el responsable de un centro de enseñanza Secundaria de Zaragoza. A menudo, los alumnos universitarios se vuelven hacia los centros de Formación Profesional porque lo que desean en realidad es cursar unos estudios técnicos que les abran cuanto antes las puertas del mercado laboral. "La duración de las carreras y el enigma de si habrá trabajo o no al final de todo el proceso hace que muchos jóvenes empiecen a pensar de forma realista y se inclinen por especialidades técnicas, de tipo medio, que tienen mucha demanda y son buenas vías para colocarse", añadió la misma fuente.