Después de acabar la carrera de ingeniería industrial en la especialidad de electrónica el pasado septiembre, Sergio --prefiere mantenerse en el anonimato-- cobra 1.300 euros mensuales. "Sin la hora extra que trabajo cada día, hasta llegar a nueve, cobraría menos, unos 1.100 euros", lamenta este joven ingeniero.

Es un ejemplo de las condiciones más habituales que se encontrarán los recién licenciados al entrar en una empresa con la categoría de ingeniero junior. Pueden elegir entre varias de las compañías desesperadas por encontrar personal de alta cualificación técnica; sin embargo, la oferta económica apenas varía.

"De los que acabamos la carrera en la misma promoción --explica Sergio--, todos cobramos más o menos lo mismo. El que más, unos 1.500 euros". Sin embargo, afirma que, por ahora, no tiene intención de cambiar de empresa porque valora el ambiente de trabajo y el tiempo transcurrido desde que se incorporó a tiempo parcial cuando acabó el primer ciclo de la carrera. De todas maneras, las alternativas que ofrece el mercado no le permitirían una gran mejora.

Otras alternativas

En el portal de empleo en internet Infojobs hay ofertas de peones sin cualificación a los que alguna empresa paga casi lo mismo que a un ingeniero técnico (de ciclo corto): 12.000 euros al año frente a 15.000.

La alternativa es emigrar. "Hay otros países de Europa en los que pagan más que aquí, aunque para dar el salto tienes que ir muy bien preparado en idiomas", según apunta este ingeniero. La estadística corrobora esas diferencias. Así, en España, el coste total (sueldo y Seguridad Social) de un ingeniero para una empresa era de 30.700 euros al año en el 2005, una cantidad por debajo de la media de la UE de 38.700. Algunos países recurren a la bolsa de empleo pública europea (Eures), en la que Bélgica buscaba el viernes 1.010 ingenieros, seguida de Reino Unido (633) y Alemania (531). En cambio, España solo tenía una oferta.

Una de las alternativas para cambiar esta situación es montar un negocio. Es la apuesta que ha realizado Miguel, un joven zaragozano de 21 años, que trabajó de asalariado como ingeniero de telecomunicaciones. "El nivel salarial nunca ha encajado con las expectativas". El acabó la carrera con una media de 8,43 y su primera incursión, antes de acabar la carrera, fue en Jazztel. Allí trabajaba cinco horas y cobraba 600 euros.

Pero él siguió buscando hasta que encontró un empleo en la planta de Siemens en Malpica (cerrada hace unos meses). Allí subió de nivel salarial, pero "la responsabilidad era excesiva y había gente que dependía de mí que ganaba más que yo", asegura. Reconoce que, actualmente, está "muy complicado conseguir un trabajo en condiciones en Aragón", lo que "obliga a muchos a salir fuera". Según Miguel, en Zaragoza los sueldos varían entre los 18.000 y los 24.000 euros, mientras que en Madrid y Barcelona supera los 32.000 más variable.

Ante esta situación optó por crear abrir una sociedad de inversiones y crear una empresa de ingeniería con otros socios. Su empresa, Entertaiment Solutions. Su sede está en Madrid, pero "tratamos de traer el I+D a Zaragoza". Con eso, se contribuye a que el valor añadido quede en la tierra de origen.