Gustavo Alcalde no se presentará a su reelección como presidente del Partido Popular en Aragón en el próximo congreso regional del partido, que aunque aún no tiene fecha fijada será el próximo otoño. Quien durante siete años ha dirigido este partido en la comunidad autónoma deja su puesto --tras unos meses previos en los que desde diversos sectores se había cuestionado su liderazgo-- aseguró irse "orgulloso" de haber dirigido un partido al que cogió en un momento traumático: el asesinato de su presidente Manuel Giménez Abad y la oposición social al Plan Hidrológico Nacional del Gobierno de Aznar.

La decisión anunciada ayer fue comunicada al líder nacional popular, Mariano Rajoy, hace un par de semanas. Solo a él y a un reducidísimo número de allegados. La mayoría de los miembros del partido desconocía hasta ayer la postura de Gustavo Alcalde, quien dijo que la haría pública tras el congreso nacional. Pero nadie pensaba que fuera a ser tan pronto.

"Solo puedo decir que he trabajado con honestidad y limpieza", aseguró Alcalde antes de dar por concluida la rueda de prensa visiblemente emocionado. No quiso más preguntas y salió precipitado de la pequeña sala de la sede de su partido en la que horas antes había convocado a los medios. En principio, para valorar los resultados del congreso del partido, que se ha celebrado este fin de semana pasado en Valencia. Aunque tras los resultados de las pasadas elecciones generales casi todo el mundo pensaba que no iba a optar a su reelección, y a pesar de que había dicho muchas veces que tras el congreso nacional haría pública su decisión, la noticia cogió por sorpresa a la mayoría, que no esperaba que se hiciera pública tan pronto.

Apenas hubo tiempo para los reproches. Esquivó la pregunta de si se había considerado injustamente tratado y evitó enumerar las "fustraciones" de estos siete años de mandato. "Sería casi de mal gusto", apreció con la media sonrisa que nunca desaparece de su rostro por incómoda que sea la pregunta. Sí tuvo alguna velada alusión a los que durante años, en realidad casi desde el 2004, han puesto en duda su capacidad de tomar las riendas del partido.

SUMAR Y NO RESTAR Sin citar nombres, comentó: "Para mí, la política siempre ha sido adición, nunca resta. Y yo así lo he considerado siempre. Y no se puede considerar que las personas de 50 años son un lastre. Cuando te invitan tantas veces a marcharte, de forma tan insistente, se pueden encontrar con dos posturas, con que cierras la puerta y te quedas o todo lo contrario. Yo soy muy educado, y no creo que esa insistencia sea la forma correcta de estar en política", señaló, para acto seguido decir de nuevo que se queda "con el orgullo" de haber presidido el Partido Popular en Aragón estos últimos años.

Alcalde huyó de las polémicas, de cifrar los agravios o enumerar los peores tragos. No dio apenas razones de una decisión "muy madurada y meditada". Solamente apuntó que considera que puede ser "más útil al partido y a los aragoneses" trabajando en su condición de diputado en las Cortes o como senador. El aún presidente popular volvió a manifestar lo que ha dicho en reiteradas entrevistas: nunca ha considerado su puesto como un cargo vitalicio, por lo que no le duele en prendas dejar de presidir el partido.

También eludió hacer público su nombre favorito para sucederle. Aseguró que cuando se conozcan las candidaturas, optará por una de ellas "como un militante más". Si no se ha ido antes ha sido por una decisión consensuada por "muchas personas", tanto de Madrid como de Aragón, y si no ha hecho pública su medida antes fue "para no interferir" en el congreso nacional y por el "compromiso" adquirido con las enmiendas aragonesas. En otoño, el PP aragonés inicia una nueva etapa.