El presidente de la región pirenaica de Languedoc-Roussillon, Georges Freche, puso ayer sobre la mesa la posibilidad de trasvasar a España desde el Ródano más agua de la que preveían sacar del Ebro los planes hidrológicos que impulsaron los ministros José Borrell (PSOE) y Jaume Matas (PP). Freche propuso ayer, en la Reunión de Alto Nivel de Cooperación celebrada en Zaragoza por los gobiernos de España y Francia y por las comunidades y regiones de ambos lados del Pirineo, enviar agua del Ródano a la vertiente sur del Pirineo aprovechando la construcción de un canal de abastecimiento para Narbona y Perpiñán.

El organismo que gestiona los caudales del curso bajo del Ródano, el BRL, pasó a pincipios de este año a depender del Gobierno regional, un portavoz del cual aseguró ayer a Efe que hay margen hasta los 75 metros cúbicos por segundo, que es el máximo autorizado que se puede extraer de ese río.

La aceptación de ese volumen de agua o la materialización de una opción para su aprovechamiento enterraría de forma definitiva la polémica que envuelve la planificación hidrológica española por las reclamaciones de caudales del Ebro de las comunidades del arco mediterráneo, ya que la región pirenaica ofrece un volumen mayor del que plantaban trasvasar tanto en Plan Hidrológico Nacional (PHN) del socialista José Borrell como el del conservador Jaume Matas. El primero se proponía a principios de los 90 llevar al litoral 1.850 hectómetros cúbicos. A principios de esta década, el segundo planeo transferir hasta 1.050. El Gobierno de Languedoc esta dispuesto a permitir que salgan de su cuenca hasta 2.365.

Freche insistió en recordar su oferta en la rueda de prensa posterior a la Reunión de Alto Nivel. "Espero un sí o un no" sobre la transferencia, dijo. El presidente regional indicó que, aunque Cataluña tenga en marcha un programa de construcción de desaladoras, "la solución del Ródano es mejor. Estamos a la espera de lo que nos diga el Gobierno", añadió.

El presidente de la Generalitat catalana, José Montilla, por su parte, no se mostró muy receptivo ante la oferta. "Me encantará conocer los proyectos del Languedoc", dijo, pero "estamos construyendo las desaladoras", con las que, según dijo, quedará garantizado el 50% del consumo anual de agua en la zona que depende del sistema Ter-Llobregat.

"Hemos puesto en marcha soluciones que dependen de nuestra voluntad y con las que tendremos más autonomía para no depender de la climatología", anotó.

Montilla invitó a Freche a visitar Cataluña para conocer el sistema de desalación de agua marina para uso urbano.