Un chaval sano, deportista y buena gente. Las personas que conocían a Iñaki, el joven de 26 años que falleció ayer como consecuencia de un golpe fatal en una pelea, todavía no se creen que una noche de diversión con sus amigos acabara con su muerte. Su entorno familiar estaba, a media tarde de ayer, pendiente de la autorización del Juzgado para poder donar la totalidad de sus órganos. Iñaki estaba preparando oposiciones para el servicio de mantenimiento del Ayuntamiento de Zaragoza. Acudía al gimnasio con regularidad y su estado físico era inmejorable, según apuntan los que mejor le conocían. No tenía novia, pero sí muchos amigos, una pandilla con la que salía por las noches por la zona del Casco Viejo de la ciudad y que, hasta la fatídica noche del viernes, no había tenido ningún problema. Por este motivo, sus allegados consideran que el golpe que acabó con su vida fue "un acto gratuito". De hecho, Iñaki tan solo recibió un puñetazo que le causó un edema que su cuerpo no pudo absorber y que acabó causándole la muerte. Del resto de sus amigos, tan solo uno recibió un golpe sin importancia, por lo que el entorno del joven descarta que se tratase de una pelea entre pandillas. "Si hubiera habido alguna bronca él se hubiera defendido. Se cuidaba y estaba fuerte. Además son un grupo de chavales muy normal, no hay ningún bravucón", aseguraban. La mayoría de los amigos de Iñaki permaneció junto a la familia del joven fallecido durante todo el fin de semana. Miembros de la brigada de Homicidios acudieron a dar la noticia a la familia de que ya había detenidos. Pero ayer sus padres solo podían pensar en que su único hijo ya no volvería a casa.