Poner coto a las horas extraordinarias, no cubrir las plazas vacantes en la plantilla municipal y, a medio plazo, no tener trabajadores interinos. Estos son tres de los objetivos que ha fijado el teniente de alcalde de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Zaragoza, Francisco Catalá, en tres decretos publicados a finales de enero en el marco de las medidas de eficiencia y ahorro municipal a desarrollar en el 2010.

"No somos una empresa y no podemos plantear un Expediente de Regulación de Empleo, pero sí sacar rentabilidad en época de vacas flacas", explicó el edil socialista. El objetivo es que no se dispare el capítulo 1 de los presupuestos municipales. Solo en el 2010, los gastos de personal ascienden a 265,9 millones de euros, es decir, más de un tercio de los 728,1 millones de euros de los que dispondrá Zaragoza este ejercicio.

Para que no se disparen estas previsiones, uno de los dos decretos explicita los únicos motivos que podrán justificarse para efectuar horas extraordinarias. Todos ellos aluden a prevención de siniestros, actuaciones urgentes, circunstancias sobrevenidas que comprometan el adecuado funcionamiento de los servicios públicos o situaciones especiales que afecten a la protección de bienes, edificios o instalaciones.

MÁS DESCANSO Además, el decreto propone compensar estas horas extra mediante descanso a razón de una hora y media por cada hora diurna y dos horas por hora de trabajo en festivo y/o horario nocturno. Aquellos servicios que se compensen con una gratificación económica deberán contar con la autorización previa del área de Economía, Hacienda y Régimen Interior. Solo se permite un máximo de 50 horas extra por empleado público.

"Si todos los años hay fiestas del Pilar y todos los años hay pregones y cabalgatas no veo la necesidad de justificar estos trabajos como horas extraordinarias", añadió Francisco Catalá. Las restricciones se extienden también a los servicios, ya que se establecen cupos que impiden superar el 50% del número total de servicios extraordinarios efectuados en el 2009. A pesar de las buenas intenciones sobre el papel, el año pasado, el compromiso del alcalde Juan Alberto Belloch de rebajar en un 50% las horas extra respecto al 2008 no se cumplió y ahora Catalá trata de atajar más estos trabajos no ordinarios.

El teniente de alcalde de Economía y Hacienda ha regulado también el nombramiento de personal no permanente. Como norma general, aboga por que no se cubran las plazas vacantes de la plantilla municipal. Además, recuerda que "en ningún caso aumentará el número de efectivos reales correspondientes a las distintas categorías de la plantilla como consecuencia de los procesos selectivos". O lo que es lo mismo, no aumentará el número de empleados públicos municipales.

El decreto firmado por Catalá establece que los interinos no podrán tener contratos inferiores a tres meses ni superiores a tres años, tal y como establece el Estatuto Básico del Empleado Público. La normativa prohíbe expresamente el nombramiento de interinos para sustituir transitoriamente a otros interinos. Zaragoza tiene unos 610 funcionarios y el objetivo a medio plazo es no contar con esa figura. Entre el 2010 y el 2011 se cubrirán mediante oposición 564 de estas plazas ahora cubiertas por interinos.