Los sindicatos CCOO y la UGT pusieron ayer en marcha los mecanismos internos para hacer realidad la "respuesta proporcionada y contundente" contra las medidas de ajuste del Gobierno, aunque la huelga general ha quedado aparcada hasta que en las próximas semanas los máximos órganos de dirección de las centrales examinen las condiciones de su realización.

La primera decisión de ambas centrales tras la reunión de sus dirigentes con Rodríguez Zapatero fue respaldar las protestas ya convocadas en el sector público, que culminarán con una huelga en todo el Estado el 2 de junio. En la reunión de Ignacio Fernández Toxo con los secretarios generales de federaciones territoriales se acordó realizar una "amplia y sostenida movilización en la calle y las empresas" con concentraciones y asambleas de trabajadores.

La Comisión Ejecutiva Confederal de UGT se reunió ayer en sesión extraordinaria y rechazó las medidas contra el déficit porque "entorpecen" el diálogo social y "rompen" el consenso parlamentario alcanzado en el Pacto de Toledo. El próximo lunes el Consejo Confederal de UGT (integrado por los máximos dirigentes de las Federaciones Estatales y Uniones de comunidades autónoma del sindicato así como por la propia Comisión Ejecutiva), debatirá la respuesta que dará la UGT, en unidad de acción con CCOO, sobre la posibilidad de una huelga general.

Por otro lado, CCOO que el Gobierno lleva al país a una situación de "desastre" y que está "traspasando todos los límites posibles", en una dinámica que conduce a la "confrontación". Además, indicó que las movilizaciones se llevarán a cabo en previsión de una posible convocatoria de huelga general, que sería consecuencia de un llamamiento unitario de CCOO y UGT.

En cualquier caso, CCOO incidió en que esto no debe impedir que se avance hacia un rápido desenlace de las negociaciones tripartitas en las que se trata la reforma laboral. Con todo, denunció la "inviabilidad" de un plan de ajuste que cede a la presión de los mercados financieros y asesta un duro golpe a empleados públicos, pensionistas, personas dependientes y parados.

Las centrales vascas ELA y LAB han convocado una huelga en el sector público para el día 25, que coincide con un paro en la enseñanza no universitaria.