El diseño que Zaragoza ha escogido para las paradas del tranvía destaca por su aprovechamiento, el uso eficiente del espacio y un mantenimiento de bajo coste basado en soluciones prácticas como la utilización de vegetación que no necesita de riego. Todo esto ayudará a que sean espacios en sombra y protegidos del cierzo durante la espera.

El arquitecto Iñaki Alday incluyó en su proyecto sobre la adecuación urbana del trazado un modelo de parada que, como él subraya, "será distintivo". "Estarán compuestas de dos grandes columnas de cristal blanco retroiluminadas, unas marquesinas de color negro casi reflectante, un palio ligero y fino, y encima una bandeja de vegetación que hará de cámara y favorecerá el aislamiento térmico", explicó. A su juicio, "era importante no usar materiales como el vidrio, que ya no funcionan".

En la cubierta, se colocarán "sedums", una especie que "crece en los tejados, que no hay que regar ni mantener, es estepárea, pero que aisla del calor", añadió. Además, el aprovechamiento de cada módulo será máximo, ya que en su interior estarán las instalaciones (electricidad o comunicaciones) que darán servicio al tranvía y al entorno.