"Estos meses se han llevado muy mal y lo peor es que no se ha valorado bien la repercusión económica que tendrá dejar un solo carril de circulación. La Gran Vía tardará aún años en recuperar la actividad de antes". Son las palabras de Mariano Bergua, responsable del hotel Gran Vía (ubicado en el número 38), quien lamenta que, en su caso concreto, "se suma a la crisis actual del sector o la reducción obligada de los precios". "En nuestro caso, se puede achacar a las obras del tranvía un 10%" porque también cuenta la reducción de ingresos por la crisis, que puede alcanzar "un 30% comparado con el 2007" y de las tarifas, "que han vuelto a niveles de 1995". Su principal queja, de cara al futuro, es que "con una obra de esta magnitud no se ha pensado en las necesidades de un negocio como este y nos han quitado el giro desde Gran Vía". Admite que con las obras "ha habido días excesivamente flojos" y desconfía que la reapertura eleve mucho la clientela, "sobre todo en verano".