El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, volvió a encabezar la crítica desde el ayuntamiento al decreto del Gobierno central para la reducción del déficit público que impide a las administraciones locales aumentar su deuda a partir del 2011. Logró el apoyo necesario para exigir una mayor capacidad de maniobra y reivindicar un modelo de financiación más justo para los consistorios, pero sobre todo reiteró su papel en esta protesta a nivel nacional, siendo uno de los primeros alcaldes en reivindicarlo, incluso a costa de ganarse numerosas críticas.

Así lo destacó él mismo, al tiempo que también admitía que "es evidente" que los grupos municipales "no tienen el poder que deberían tener, ni los del PSOE ni los del PP, porque no nos hacen caso", y que el modelo de financiación local hace a los municipios "poco competitivos". "A ver si todos juntos tenemos alguna capacidad de influir en que eso cambie", concluyó.

El vicealcalde, Fernando Gimeno, destacó que las medidas del decreto "son precipitadas" y que se dan contradicciones, como que proyectos cofinanciados con la Unión Europea no se podrían ejecutar y habría que renunciar a las ayudas. Por eso, basándose en la misma reivindicación planteada desde la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), exigen que la restricción cambie.

El PP, como el equipo de gobierno, defendió la autonomía municipal, aunque su portavoz, Dolores Serrat, planteó que la petición debería ir acompañada de otra de más calado: que Zapatero convoque elecciones. CHA e IU se abstuvieron en el voto porque entienden que es un problema causado por el propio PSOE y que la solución deben hallarla en el seno del partido.