La falta total de vigilancia está propiciando la aparición de plataformas de baño muy alejadas de la orilla, peligrosas y no autorizadas en algunos embalses de Aragón, ofertas de servicios recreativos (flotadores hinchables) ilegales y zonas preparadas con rampas y apeaderos junto a empresas turísticas privadas, como campings, donde cualquier descuido o negligencia puede traducirse en una tragedia.

El Grupo Especialista en Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) y el Seprona advierten sobre esta proliferación de ilegalidades. "Esta misma semana hemos presentado ante la CHE una denuncia por una plataforma no autorizada que una empresa de alquiler de piraguas había instalado en Graus", informa un cabo del Geas.

Aunque lo más preocupante, admiten, es que en Aragón no existen zonas acotadas ni con vigilantes para el baño. "Nosotros no somos socorristas. Y actuamos cuando han pasado uno o dos días y la persona no aparece", asegura.

El GEAS de Aragón está compuesto por una plantilla de ocho personas. Y El Seprona carece de embarcaciones. Pero con estos escasos medios realizan continuos servicios de búsqueda y localización de personas y objetos, así como de protección de patrimonio histórico y natural sumergido, labores de seguridad en competiciones acuáticas, etc.

INFORMACIÓN BÁSICA "Con respecto a los bañistas, no pasa prácticamente nada para lo que podría ocurrir", admite el cabo. En cuanto a las recomendaciones que ofrece, "lo primero es informarse de la zona en donde se va a meter uno al agua. Si es en un embalse, preguntar la hora de apertura de compuertas, por ejemplo. Y en ríos, si el fondo es llano, si el cauce tiene piedras o si se puede hacer pie. Pero también hay que saber, sobre todo en la montaña, si aguas más arriba ha llovido, ya que puede darse una crecida".

No obstante, el peligro del medio acuático no se centra solo en el baño, aunque las imprudencias son la causa generalizada de prácticamente todo accidente. "A Mequinenza y Caspe, por ejemplo, acuden los fines de semana grupos de personas a pescar sin saber nadar, con una barca hinchable comprada en un centro comercial y bebidos que caen al agua", asegura. Y en otros casos estas imprudencias se deben a resbalones en piedras o irresponsables saltos sobre el río.