Las federaciones de Construcción y Transportes de UGT han mostrado hoy su más absoluto rechazo a los recortes en infraestructuras anunciados por el ministro de Fomento, José Blanco, ya que supondrán la pérdida de unos 1.500 empleos en estos dos sectores, que ya se encuentran en una "situación difícil".

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"Se pierde la oportunidad de dotar a nuestra comunidad de unas infraestructuras de cohesión y vertebración del territorio únicas y reivindicadas históricamente", indica UGT en un comunicado, en el que pone como ejemplo el desdoblamiento de la N-232, especialmente en varios de sus tramos, que son nudos de constantes accidentes con numerosas víctimas mortales en lo que va de año.

Lamentan, asimismo, la paralización de la Ronda Norte, con el consiguiente riesgo para la seguridad vial, y las afecciones en la autovía Lérida-Pamplona, una infraestructura "imprescindible" para la provincia de Huesca y su conexión con el País Vasco y Cataluña.

A juicio del sindicato, esta decisión del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero va a suponer que "no exista un panorama claro y próximo de reanudación" y "un aumento del coste de las obras".

Sobre este asunto, añaden que los "elementos de penalización de la rescisión de los contratos", la preparación de las obras para garantizar la seguridad de las mismas y las posibles incidencias y accidentes que se puedan ocasionar en estos tramos sitúan a Aragón ante "un panorama desalentador".

Aseguran que entienden que las medidas "tienen un claro componente económico", pero consideran que el Ministerio debería haber buscado otro tipo de soluciones, como "negociar con empresas las inversiones concesionales, mitad públicas-privadas, pero siempre garantizando la continuidad de las inversiones".

UGT denuncia los "agravios comparativos" con otras comunidades autónomas que siempre se han visto sustentadas por otras inversiones, mayores que las de Aragón, y que "van a continuar con el paraguas de la inversión".