El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, anunció ayer que se va a elaborar un estudio sobre el funcionamiento de toda la plantilla municipal "para reasignar los recursos humanos de forma eficiente". Es un primer paso para medir el grado de efectividad de la prestación de servicios a los ciudadanos y la antesala para una redistribución del personal que podría comenzar dentro de un año, que es cuando aseguró que estaría terminado el estudio.

Esta fue una de las pocas medidas realmente novedosas a aplicar para lograr un ahorro que el alcalde cuantificó en 193 millones de euros en el 2011, pero contando con el ahorro de 58 millones de euros que ya se obtuvieron en el 2009. Para este año, la cifra se eleva a 91 millones y el que viene será de unos 44, cuando los ingresos sean inferiores y el endeudamiento, por ahora, imposible. Aún así, son 135 millones de euros en los que también se incluía el recorte salarial a los funcionarios impuesto desde Madrid o la congelación de plantilla que ya se aplica desde el 2008.

Todas las medidas que anunció el alcalde, junto al responsable de Economía y Hacienda, Fernando Gimeno, y el portavoz del PAR, Manuel Blasco, redundaron en la indefinición. Habrá que esperar para ver en qué se concreta la reducción del 15% del presupuesto no ejecutado, y que generará un ahorro de "entre ocho y diez millones" de ahorro, ya que, se pospone a septiembre la negociación con cada área para ver cómo y cuándo aplicar las medidas.

PRESIÓN FISCAL Belloch quiso dejar claro que "no se paralizará ningún proyecto ya iniciado", aunque tampoco se iniciarán obras nuevas, y que tampoco se aplicará un incremento global de la presión fiscal a los ciudadanos, salvo en agua, basuras y cementerio, que oscilará entre un 3,5% y un 5% más.

El alcalde insistió en el peso que tiene no haber cerrado un acuerdo sobre la Ley de Capitalidad con la DGA para que esta asuma el coste de las competencias que le son impropias al consistorio ("si pagara los servicios que el ayuntamiento hace se habría acabado el déficit de la ciudad", dijo), pero aunque fuera una declaración de intenciones, también marcó un camino a seguir en el que el denominador común es la eficiencia.

La que se persigue con el propio estudio del personal, pero también con la auditoría a la que se someterán los servicios públicos de la ciudad, un análisis que sirva para ver los costes innecesarios que se están asumiendo en el transporte urbano o la limpieza, la que puede seguir aumentando con la reducción del coste energético o con la optimización de recursos a través de la Administración electrónica.

Pero la apuesta (salvo el estudio a las contratas) ya existía y es el alcance que puede tener para el ciudadano el que se desconoce y que tampoco concretaron ayer. Aunque Belloch diera pistas diciendo que "retrasar la llegada de un autobús 18 segundos para el usuario no es nada y para el ayuntamiento muchos millones". Es la afección "mínima" que puede darse en la calidad del servicio de TUZSA (que según Gimeno "pasará de ser de sobresaliente alto a solo sobresaliente"). Aspectos como este no se aclararon.

También se aludió a la creación de la Corporación de Entidades Municipales (que dirigirá la excoordinadora de área de Economía, Marta Castejón), con la que se espera aplicar una redistribución de esfuerzos, sobre todo cuando las once sociedades y patronatos municipales gastan "35 millones de euros". El objetivo es adelgazar la estructura (de once a seis) pero requiere tiempo.