Todavía no era secretario de Organización del PSOE, pero Marcelino Iglesias tuvo ayer un primer día de trabajo que será parecido a los que se avecinan. Por la mañana tuvo tres actos en Zaragoza, asistió también a las Cortes, y por la tarde marchó hacia Madrid. Su actividad estará dividida en dos frentes. Y en cada uno de ellos tendrá un punto de apoyo, Eva Almunia en Aragón y Pilar Alegría en la capital.

Iglesias terminará de perfilar su equipo de colaboradores este mismo fin de semana. Estará conformado entre cuatro y seis personas, todas ellas de la confianza del presidente, y en su mayoría de Aragón, aunque tengan su lugar de residencia en Madrid. Habrá un jefe de gabinete, un jefe de prensa y varios coordinadores. Serán su núcleo duro en la secretaría de organización, que pasará a ocupar mañana sábado, a propuesta del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. Sustituirá a Eva Almunia como vocal en la ejecutiva federal, lo que le permitirá ser elegido posteriormente como número tres de los socialistas en el ámbito nacional.

De momento Iglesias vive en una especie de vorágine, a caballo entre Zaragoza y Madrid. Ayer por la tarde asistió a la toma de posesión de los nuevos ministros, para volver a última hora del día a Aragón. Esta mañana tiene que acudir a las Cortes, donde hay sesión de control al Gobierno y deberá responder a varias preguntas. Pero de nuevo volverá a marchar a la capital para ser nombra el sábado secretario de Organización del PSOE.

En este puesto, sus tareas se centrarán en el apartado más político. Sobre todo en fijar la posición del PSOE en el conjunto del país, en lanzar los mensajes de calado y también coordinar con los grupos parlamentarios del Senado, el Congreso y la Unión Europea. El apartado más interno del partido, el de hablar y asistir a los diferentes comités regionales socialistas correrá a cargo de Pilar Alegría, que será la conexión de Ferraz con todas las federaciones. Ella será su gran apoyo en Madrid, gracias a la experiencia que la diputada ha acumulado en los últimos años al lado de la nueva ministra de Sanidad, Leire Pajín.

NUEVO CARIZ Junto a Pilar Alegría, el objetivo de Marcelino Iglesias será imprimirle un nuevo cariz a la secretaría de Organización. Más profundidad política, más mensaje y sobre todo menos bronca, menos barullo en el día a día. El presidente aragonés se marcará como reto bajar el balón al suelo y explicar con serenidad las medidas que vaya adoptando. Y además de serenidad, tendrá que adoptar nuevas estrategias de comunicación. En eso centrará también buena parte de sus esfuerzos, en la mejora de la proyección de las acciones del Ejecutivo en la sociedad.

Más allá de eso, la intención del equipo de Iglesias es que buena parte de sus esfuerzos se sigan centrando en la actividad política en Aragón. Su principal objetivo es ganar las elecciones del 2011, así que su agenda estará repleta. Además, cuenta con un socio que le exigirá que cumpla con sus obligaciones en el territorio. Con la legislatura a punto de concluir, el líder del Ejecutivo autonómico podrá especial empeño en avanzar en algunos asuntos --mejorar los Presupuestos Generales del Estado, por ejemplo-- que permanecen enquistados desde hace tiempo. Ahí centrará su acción. Y en ella estará acompañado siempre por la nueva consejera de Presidencia, Eva Almunia, que desde la próxima semana estará en Aragón de continuo.

Suplirá a Iglesias en un buen número de actos. En otros lo acompañará. También tendrá intervenciones en las Cortes. El Gobierno le dará un protagonismo "máximo" en la agenda para que pueda recorrer Aragón. Su aterrizaje en el territorio, unido a la proyección que ofrece el nuevo cargo de Iglesias coloca en posición "inmejorable" al PSOE para los comicios del 2011.