La construcción del nuevo campo de fútbol de San José quedará aparcada por tiempo indefinido. Su futuro será el que decida el Gobierno que surja de las próximas elecciones porque hasta el estudio de viabilidad encargado parece haberse puesto en contra de los intereses del PAR, que no podrá cumplir su promesa del 2007 de poner en marcha el proyecto en esta legislatura. Ayer la coalición PSOE-PAR en el consistorio anunció que desiste del objetivo de licitar los trabajos a finales de marzo y aplaza el concurso a después de la cita con las urnas.

La realidad para el proyecto es desoladora: no hay dinero para hacerlo, no se sabe cómo financiar los 130 millones que cuesta y, desde ayer, no hay un plazo para iniciar su ejecución. Solo hay un proyecto redactado por Joaquín Sicilia y un estudio de viabilidad que plantea más incógnitas. De hecho, casi desaconseja el inicio inmediato de los trabajos.

El portavoz municipal del PAR, Manuel Blasco, defendió ayer en solitario las conclusiones del estudio, que concluye que "las circunstancias actuales del mercado dificultan encontrar un socio privado que asuma la construcción del estadio", y que "prácticamente todos los estadios construidos en España han sido posibles con la recalificación de terrenos o aportaciones de suelos públicos".

Destaca que el mercado financiero no respondería a una licitación bajo la fórmula de la concesión pública, a un coste máximo de 15 millones de euros anuales; que la fórmula de pagar a plazos a 25 o 30 años no es el modelo más favorable porque podría computando en deuda de las administraciones y dispararía el coste final (a más 400 millones con el interés actual); y que antes de licitar la obra es "necesario cerrar un acuerdo con el club".

El PAR no le queda otra que admitir que la realidad no coincide con sus deseos. Es significativo que Blasco, quien mantenía su esperanza de licitar los trabajos a finales de marzo, ayer asegurara que sería "irresponsable" precipitarse, por la situación económica actual y la incertidumbre sobre el futuro del club, dijo.

Un valor que puede ser fundamental para la financiación es la opción de incluir los 42.500 metros cuadrados de suelo de uso terciario junto a La Romareda, valorados en unos 59,5 millones de euros, los 10.000 metros de uso comercial a crear junto al nuevo estadio y los terrenos donde ahora se ubica el campo.

La cesión de suelo podría ser fundamental, incluso para la fórmula que el PSOE y el PAR ahora prefieren: la colaboración público-privada. El estudio la aconseja porque, según Blasco, ofrece una mayor "flexibilidad". Se negociaría directamente con empresas sobre las obras a realizar, el coste o la forma de financiarlas. El alcalde, Juan Alberto Belloch, abogó también por esta opción por ser un procedimiento "abierto y transparente" con el que negociar directamente las condiciones, "con financiación pública o sin ella". Ahora lo prioritario es convencer a la DGA, si es que realmente quiere impulsarlo.