La sequía está amenazando las cosechas de este verano en todo el territorio aragonés. Y a partir de hoy son los agricultores del Alto Aragón los que intentan salvarlas con las restricciones en el consumo de agua que hoy comienzan, tal y como ya lo están haciendo el resto de sistemas de regantes. Estas limitaciones se irán incrementando según avance la campaña. Y es que la escasez de lluvias, la demanda hídrica como consecuencia de las altas temperaturas de julio y la baja aportación de los ríos ha obligado a reducir el suministro de agua en el regadío dado el escaso volumen de reservas embalsadas.

Miles de hectáreas de Bardenas de maíz y alfalfa sembradas para las primeras cosechas se han dado ya por perdidas tras alcanzarse el nivel de alerta hídrica, pero no se descarta llegar al de emergencia a finales de mes si la situación no mejora y no llueve. El pasado 4 de agosto, estos regantes solicitaron a Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) que inste al ministerio a emitir un decreto de la sequía. Y también pidieron al Ejecutivo aragonés que convoque la Mesa de la Sequía. De hecho, el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente tiene previsto estudiar dicha posibilidad a final de mes.

LOS DAÑOS "Es pronto para calcular daños. En el caso del Alto Aragón esperemos que no sean excesivos este verano. Pero el problema llegará el año que viene si continúan sin caer precipitaciones, ya que los embalses tendrán que volver a llenarse y todo se complicará", lamenta el presidente de la Comunidad de Riegos del Alto Aragón, César Trillo.

A partir de hoy, las 58 comunidades de base del Alto Aragón se encargarán de controlar el cumplimiento de los prorrateos en las alrededor de 125.000 hectáreas de cultivo pertenecientes al sistema, serán del 10% hasta el próximo domingo 28 de agosto; del 20% hasta el 4 de septiembre; del 30% hasta el día 11; del 40% hasta el 18, y del 50% hasta el 25 de septiembre. A partir de entonces, las reducciones son del 60%.

En el caso del Canal de Aragón y Cataluña, desde primeros de julio se encuentran con limitaciones de agua del 10%.

Ante esta situación, tanto el Gobierno de Aragón como el organismo de cuenca (CHE) no descartan futuras actuaciones para el caso de que se active el nivel de sequía. Una situación que podría llegar a darse si las condiciones meteorológicas permanecen inalterables. No obstante, de momento descartan dicha declaración.

En este contexto, el pequeño desembalse de pantanos prosigue para asegurar el caudal mínimo del río Ebro a su paso por Zaragoza de entre 25 y 30 metros cúbicos por segundo que preserve la biodiversidad y seguridad ambiental y pueda absorber los vertidos autorizados.