La progresiva caída en la demanda que vienen sufriendo los aparcamientos públicos en Zaragoza durante los últimos dos años (del 20%) se ha visto agravada para los del centro de la ciudad por las obras del tranvía. Tanto que durante este verano se ha experimentado un descenso del 30% con respecto al del año pasado en todos los párkings más próximos a la zona caliente. La percepción es generalizada: hay muchos menos coches circulando.

La reducción es especialmente significativa en aparcamientos ubicados en la zona de obras, como el de César Augusto, que gestiona Vinci. En este caso, según aseguraron sus responsables, han pasado de tener unos 200 vehículos a diario a registrar apenas 30 de media. El resto queda vacío de forma continuada y, salvo para las próximas fiestas del Pilar, no se prevé que la situación mejore.

"No nos hemos planteado adoptar ninguna medida, es pronto para hacerlo. Esperaremos a septiembre, pero lo cierto es que no sabemos por dónde tirar porque el daño ya está hecho desde el momento que empezaron las obras. Confiamos en aguantar el tirón y que en octubre, cuando hay más turistas en la ciudad, las cifras mejoren", explicaron los responsables.

CAÍDA DRÁSTICA Este párking recibía un importante número de usuarios que trabajan en las inmediaciones, o que van al Mercado Central o a la Audiencia. Pero al comenzar las obras, los usos cayeron de forma drástica y ahora, pasados varios meses, ya no se puede achacar al desconocimiento de que el aparcamiento sigue abierto. Si los conductores no van es porque ya no van en coche al centro. Durante el verano, con las vacaciones, aparte de que hay menos gente trabajando, el transporte público puede ser un medio más eficiente y barato. Y en septiembre, la explicación puede ser el temor a sufrir atascos.

Pero la afección no se registra solo en los parkings subterráneos del centro. También en la zona azul están notando las consecuencias. Según Javier Ejarque, responsable de la concesionaria que la gestiona en la capital aragonesa, la empresa Z+M, el descenso en lo que va de verano con respecto al del 2010 "oscila entre el 15% y el 20%", según las zonas.

Reconoce que se está notando más en las calles adyacentes del paseo Independencia, donde a pesar de la actividad comercial y administrativa, "hay menos usuarios de la zona azul este verano que en años anteriores". También por el temor a atascos o porque se ha complicado el acceso, pero es evidente que se usa menos.

Además, en el caso de la zona azul, se han incorporado nuevas plazas de estacionamiento en Salamero y junto al teatro Fleta, pero es que también se han perdido "más de un centenar en zonas como la avenida Goya". En este caso no por el tranvía, sino por la construcción de la estación de Cercanías, que se está levantando donde antes había 70 plazas de zona azul. Y en las aceras próximas también se han perdido decenas de ellas.

Ejarque recuerda que existe una deficiencia de más de 700 plazas, es decir, que en el contrato firmado con el ayuntamiento se acordaba gestionar 6.777 plazas y ahora apenas supera las 6.000. Quizá cuando se reinicie la actividad política en septiembre sea el momento de analizar cómo arreglar este desajuste. ¿Quizá con nuevas zonas azules?