Más allá de lo conseguido, el mundo de la cultura se plantea hacia dónde caminar para seguir creciendo. Y sin duda, como apuntan tanto Gabriel Sopeña como Rafael Campos o Chus Tudelilla, ante todo no hay que cercenar lo logrado, sino intensificarlo en relación con las nuevas posibilidades y las nuevas tecnologías. Así, Rafa Campos es consciente de que el mundo del teatro "requiere ya nuevos relatos en la gestión y en la creación"; Sopeña habla de no abandonar lo ya hecho y "no demonizar las subvenciones, pues quizá a mí o Bunbury no haya que dárnoslas, pero sí a un joven que estudia composición musical, pues si no será un talento que se pierda". Tudelilla apunta que "hay que apostar por lo singular", como hizo el CDAN hasta convertirse en un centro de referencia internacional y cuyo futuro está en entredicho. Y todos parecen tener claro que ese futuro pasa "por el trabajo en red" con centros o proyectos de otras comunidades y países que articulen así, con la cooperación, iniciativas que impulsen industrias culturales. Y claro, desarrollar leyes como las de Museos y Bibliotecas, adecuadas a la realidad actual.