El reparto de poder parece ser una de las cuestiones en las que más se ha incidido durante la negociación de la fusión. En concreto, Ibercaja contará con una participación del 46,5%, Liberbank tendrá el 45,5% y el Banco Grupo Caja3, del 8%. Este reparto deja a las aragonesas (Ibercaja y CAI) con una suma del 49,8%. Tampoco tendrán la mayoría Liberbank y todo pivotará sobre Caja3 a la hora de adoptar decisiones. Una fórmula que ahonda en la necesidad de consensuar antes que imponer.
El nuevo banco estará configurado por un consejo de administración de 15 miembros, en los que Ibercaja contará con cinco asientos, Liberbank tendrá cuatro, uno será para Caja3 y otros cinco para consejeros independientes. De estos últimos, dos serán nombrados por Ibercaja, otros dos por Liberbank y uno será de consenso. En cuanto al peso de cada una de las siete cajas que componen el grupo, destaca Ibercaja que tendrá del 46,5% como dueña única de Ibercaja Banco y un 30,03% para Cajastur. El resto se reparte entre Caja Extremadura (9,1%), Caja Cantabria (6,37%), Caja Inmaculada (3,28%), Caja Círculo de Burgos (2,4%) y Caja Badajoz (2,32%).
Amado Franco, número uno de Ibercaja, será el presidente del consejo de administración de la nueva entidad, mientras que el presidente de Cajastur y presidente y consejero delegado de Liberbank y banco CCM (Caja Castilla La Mancha), Manuel Menéndez, será el consejero delegado (primer ejecutivo) del grupo resultante y quien, a buen seguro, pilotará el proceso de fusión.
Por tanto, el proyecto que comenzó a dar sus primeros pasos el pasado martes y que podría estar operativo a finales de año, nace con la constitución de un banco de nueva creación, que tendrá domicilio social en Madrid y sedes operativas en las regiones de origen de las cajas accionistas de los tres grupos.
CONSENSO Y GOBERNANZA Según fuentes consultadas por este diario, la distribución de la participación de cada grupo permitirá una toma de decisiones "más equilibrada", evitando confrontaciones dentro del consejo, aunque parece que Caja3 jugará un papel fundamental a la hora de decantar la balanza en caso de discrepancias. Sin embargo, otros expertos consideran que será una entidad de "difícil" gobernanza.