Carta abierta a la presidenta del Gobierno de Aragón de todos los directores de los Institutos Universitarios de Investigación (IUI) de la Universidad de Zaragoza.

Estimada presidenta del Gobierno de Aragón, El pasado 23 de septiembre el Vicerrector de Política Científica de la Universidad de Zaragoza (UZ) realizó unas declaraciones denunciando la insostenible y crítica situación por la que atraviesa la única universidad pública aragonesa derivada de los impagos por parte del Gobierno de Aragón de los fondos comprometidos para investigación en 2011 y 2012.

Ante esta situación de gravedad extrema por la que atraviesan la Ciencia y Tecnología aragonesas, nos solidarizamos con lo denunciado por el Vicerrector de Política Científica y solicitamos que se busque una solución inmediata.

El Gobierno de Aragón ha acumulado una deuda con la Universidad de Zaragoza de 8 millones de euros, que corresponden a asignaciones comprometidas para investigación en 2011 y la universidad sigue adelantando los fondos del 2012. Esta situación está causando graves problemas de tesorería a la UZ.

Los institutos de investigación aragoneses se financian estructuralmente a través de los fondos adeudados, con el riesgo que ello conlleva de quebrarse y desaparecer definitivamente. Por otra parte, la falta de liquidez está acelerando un proceso de deterioro que socava día a día la capacidad de los investigadores para competir y hacer una investigación de calidad: investigadores en formación adelantando de su escaso sueldo los gastos de asistencia a cursos de especialización, congresos, etc.; investigadores utilizando parte de su recortado sueldo para poder comprar reactivos, libros, revistas o pequeño material porque ya hay empresas que no nos fían; laboratorios e instalaciones sofisticadas paradas por averías que no pueden repararse por falta de fondos; además de tener que restringir dramáticamente la proyección de futuro de nuestros jóvenes investigadores, que disponen de una vía de salida para continuar su formación pero prácticamente ninguna vía de retorno, etc.

Creemos que no es solamente un problema de liquidez, ya que existe un problema estructural. No se nos puede exigir que ejecutemos y justifiquemos gastos de investigación adjudicados por la Administración y que luego estos no sean abonados. Necesitamos unas mínimas condiciones de trabajo y, sobre todo, mantener un mínimo de estructura investigadora, técnica y administrativa que ha costado mucho tiempo, esfuerzos y dinero formar.

Los tiempos de crisis son oportunidades para la reflexión y la planificación. No vemos claro si la clase política considera que la I+D+I es parte de la solución o del problema. Mas allá de los discursos o los silencios, y mas allá de los pagos, de las asignaciones, y de las evaluaciones, necesitamos coherencia, compromisos, objetivos, visión de futuro, articulación con el tejido productivo, apoyo y todo ello sin olvidar la necesaria crítica constructiva manifestada sin ambigüedades. En definitiva, necesitamos un diagnóstico, un proyecto y una planificación, para ello la Administración nos tendrá a su lado.

La inversión que el Gobierno de Aragón realiza en investigación es fundamental para el desarrollo de nuestra región. La Universidad de Zaragoza, a través de sus grupos de investigación, institutos y oficinas de Gestión de la Investigación, se encarga de hacer esta inversión rentable, gestionando los recursos de forma escrupulosa, con exigentes auditorias y un exhaustivo control del gasto de forma eficaz. Un indiscutido indicador de esta eficacia es la producción científica, el desarrollo y la innovación generados en nuestra sociedad; la UZ está entre las diez mejores universidades españolas, y en algunas áreas de trabajo entre las 75 mejores del mundo. No podemos permitirnos el lujo de dejar caer lo conseguido con el esfuerzo de centenares de investigadores y técnicos y una gran cantidad de dinero público.

Los investigadores entendemos el difícil momento económico que atraviesa nuestro país y estamos dispuestos a contribuir racionalizando el gasto y haciendo todo lo posible para un aprovechamiento más eficiente de los recursos disponibles. Pero señora presidenta, no deje que esta universidad con más de 450 años de historia, que es seña de excelencia de esta comunidad, se vea abocada a una situación de desprestigio que estamos seguros su Gobierno no desea. Solicitamos cortés pero enérgicamente que el Gobierno de Aragón sea sensible a esta situación crítica que padecemos y que se comprometa con su universidad para solucionar este grave problema de forma inmediata.

Respetuosos y cordiales saludos.