Los investigadores de la Universidad de Zaragoza han dicho basta y también se rebelan contra los recortes que el Gobierno de Luisa Fernanda Rudi impone a la institución. Denuncian que, respecto al último año, la DGA ha reducido en un 40% --un 60% en dos años-- los fondos para los nueve institutos universitarios de investigación, según el vicerrector responsable de esta área, Luis Miguel García Vinuesa.

En una carta abierta dirigida a la presidenta del Ejecutivo autonómico (ver página 3), los directores de todos los institutos exigen una "solución inmediata" ante la "insostenible y crítica situación por la que --según los firmantes-- atraviesa la única universidad pública aragonesa". Apuntan que la deuda del Gobierno con la universidad asciende a 8 millones de euros, correspondientes al 2011, a lo que se suma el hecho de que la institución sigue adelantando los fondos del 2012, como denunció el lunes el rector, Manuel López.

FUNCIONAMIENTO La mayor parte de los proyectos en los que trabajan los institutos aragoneses --el 85% de la investigación que tiene lugar en la comunidad-- obtiene respaldo económico compitiendo en convocatorias de instituciones y empresas que financian los proyectos, o con el plan nacional del Gobierno, cuyos fondos "acumulan también retraso". La DGA paga el funcionamiento de los centros.

El director del Instituto de Ciencias Ambientales de Aragón y representante de estos organismos en el Consejo de Gobierno de la Universidad, Juan Ramón Castillo, habla del "claro riesgo de que el 1 de enero tengamos que despedir a entre seis y diez personas en nuestro instituto". Muy crítico con la actual situación, Castillo desvela que "la universidad ha tenido que pagar recibos de la luz con fondos que estaban destinados para la investigación" y afirma que "la clase política no cree en el I+D+i, ni en la importancia que tiene para el conjunto de la sociedad".

El director del Instituto en Nanociencia en Aragón, Ricardo Ibarra, revela que "hemos dejado de ser clientes fiables para algunas empresas, que no nos adelantan billetes para viajar a algunos congresos y no nos suministran productos para los laboratorios". "Cada recorte --apunta-- es una limitación a un sistema que proporciona medios para avanzar" y añade que "si no sale la investigación, la sociedad languidece y va a simplemente a peor".

Su homólogo en el Instituto de Ingeniería de Aragón (I3A), Juan Ignacio Garcés, reclama que, "aunque somos conscientes de los momentos extremadamente difíciles que vivimos y de que el Gobierno de Aragón no corta el grifo porque sí, la investigación tiene que estar entre las prioridades de la DGA".