El cielo estalló ayer sobre Sádaba. El modesto río Riguel, habitualmente un hilo de agua que cruza de este a oeste la localidad, se desbordó como consecuencia de una fuerte tormenta que cayó de madrugada y se convirtió en un tsunami que devastó todo a su paso. Entre las 6.00 y las 12.00 horas descargaron en la cabecera del arroyo en torno a 130 litros por metro cuadrado que sacaron el río de su lecho y elevaron el caudal seis metros. La localidad llegó a quedar aislada, pues el agua rebasó el puente de acceso por el sur, en la carretera de Ejea, y se llevó la barandilla.
En los alrededores, la lluvia inundó campos de cultivo y provocó la huida de animales en las granjas. Además se produjeron desprendimientos en las cercanías de Sos del Rey Católico, donde el tráfico llegó a quedar interrumpido. Y entre Sádaba y Castiliscar los Bomberos de la Diputación de Zaragoza extrajeron de su coche a una conductora sorprendida por la súbita crecida de un barranco.
"He visto cómo el agua arrastraba coches, árboles y hasta pañales de bebé", señaló un vecino. "Ha sido como una ola gigante", resumió una residente que había salido a tomar fotos del fenómeno, que solo se produce cada cien años, según datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro.
La corriente se precipitó en las casas, tiendas y servicios situadas a un lado y otro del cauce y anegó el centro de salud y el parque. Descontrolada, entró en tromba en el colegio, donde derribó los tabiques entre las aulas. No fue preciso desalojar este centro de enseñanza, ni el cercano instituto, porque los alumnos no acudieron a clase.
Tampoco hubieran podido. El agua desbordada alcanzó dos metros en las calles más cercanas al río. En esa misma zona, la corriente arrancó una pasarela y se la llevó aguas abajo. "El puente de entrada ha quedado tres metros por debajo del agua", señaló Tomás Calvo, concejal del Partido Aragonés. "No ha habido daños personales, pero algunos ancianos han tenido que ser evacuados", añadió.
"Salía agua por la ventana de la cocina de mi abuela y ha habido que ir a buscarla", relató Nuria, una vecina de Sádaba. "Creo que hace 35 años que no pasaba algo parecido, aunque entonces quizá no fuera tan grave".
El agua penetró en los sótanos de los edificios más próximos al cauce. En una tienda de alimentación y en otra de productos de limpieza los artículos en venta flotaban por todas partes. Lo mismo sucedió en una farmacia y en un taller mecánico, así como en un bar.
En el instituto de enseñanza media, los daños se concentraron sobre todo en la zona del tejado. Sin embargo, la escuela tendrá que ser reconstruida. "El agua ha entrado por un lado y ha salido por otro", afirmó desolado Tomás Calvo. Los daños más importantes los sufrió el edificio nuevo, donde se encuentra la escuela de música. "La corriente se ha llevado la verja del colegio y tapaba hasta las porterías del patio", manifestó Noelia Artús.
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) tomó una medida extraordinaria para paliar la situación. Con el fin de reducir el caudal que bajaba desbocado a su paso por Sádaba, ordenó abrir el canal de Bardenas como vía de escape.
"El río estaba seco hasta ayer mismo", comentó un vecino que no podía dar crédito a lo sucedido. De hecho, en la cercana población de Uncastillo, también a orillas del Riguel, han estado recibiendo agua en camiones cisterna durante las últimas semanas debido a la sequía.
La Guardia Civil auxilió ayer a un total de 45 personas que habían quedado atrapadas o aisladas por el agua en distintos puntos del término de Sádaba. Por la mañana, los agentes rescataron a una mujer de 75 años que estaba en la parte baja de su casa y no podía moverse debido a una dolencia en la espalda.
A las 11 horas fueron rescatados en el centro de salud tres personas, una de ellas el médico responsable del servicio, así como un paciente. En el barrio de Layana, fue atendido un hombre atrapado en medio de la carretera, dentro de su vehículo. En algunos casos, la Benemérita debió recurrir a un tractor-pala para llegar a lugares a los que no se podía acceder con vehículos normales.