Carmen Castaño es una de los numerosos docentes interinos que se han visto perjudicados por la decisión del Departamento de Educación de suprimir el pago del verano a este colectivo, lo que supondrá un ahorro en las arcas autonómicas superior a los 12 millones de euros. A ella, la medida le privará de "unos 4.000 euros" menos al aplicarse el recorte sobre el salario bruto.

"Es un enorme contratiempo, pero, sobre todo, supone decepción y una tristeza absoluta porque te están quitando el sueldo de dos meses". Afortunadamente, su caso no reviste una especial gravedad, ya que su pareja, también docente, también trabaja "pero a los dos nos han quitado la paga extra de Navidad y vamos a tener que apretar mucho el cinturón estas fiestas porque tenemos una hipoteca que pagar y no fuimos de los que vivimos por encima de nuestras posibilidades".

Carmen, interina desde hace diez años y profesora de Educación Física en un instituto, se temía el cambio de rumbo de la Administración "a pesar de que estaba acordado", pero admite que "no nos fiábamos mucho del compromiso que adquirieron con los sindicatos porque no estaba firmado y era susceptible, por ello, de ser modificado, pero es patético", señaló.

Porque Carmen no puede evitar sentir especial malestar por las "formas" en las que se han desarrollado los acontecimientos. "Ya antes del verano lanzaron la idea del recorte pero, tras la celebración de varias mesas sectoriales, se acordó mantener el pago para el que trabajaba todo el año y una cotización especial, pero se han saltado esos pasos y, además, ocho días antes de la publicación de los presupuestos, se reunieron con los sindicatos y no fueron capaces de avisarlos y tuvieron que ser ellos los que se percataron de que se suspendía el acuerdo anterior y que los interinos iban a trabajar, como máximo, hasta el 30 de junio".

Carmen califica el recorte acometido desde el departamento de "totalmente injusto e innecesario" porque "había otras cosas sobre las que podían actuar aparte del salario" pero considera que "como los docentes tenemos fama de ganar mucho dinero y trabajar poco, han ido a por el colectivo menos apreciado socialmente y que parecía que menos se iba a quejar, pero todo esto es sumamente injusto", reiteró la interina.