Tener el tranvía circulando desde Valdespartera a Parque Goya era el objetivo prioritario y en 48 horas se hará realidad. La transformación que ha supuesto para las calles que atraviesa ahora ha dejado de ser una recreación, pero son muchos los vecinos de la margen izquierda que manifiestan que "una obra de 400 millones debería acabarse mejor".

Mejor que dos avenidas como Gómez de Avellaneda y María Zambrano con numerosos baches; que la imagen que mantienen las casetas de obra junto al edificio de Capitanía, donde "se supone que ya no queda nada por hacer desde hace tiempo"; o que haya elementos provisionales durante las obras que hoy se mantienen pese a dar por finalizada la infraestructura.

De todos estos elementos, llamó más la atención, entre los vecinos, que los operarios del tranvía empezaran a pintar los pasos de cebra o la señalización en la calzada o las aceras, sin que se hayan asfaltado los carriles de circulación. Una nueva capa de rodadura que sí se dio en la primera fase, para el eje del tranvía y calles adyacentes por las que se había desviado el tráfico durante los trabajos en una operación asfalto pagada a medias que no se producirá en esta segunda fase "porque no estaba incluida en el presupuesto". No se hará pese a que algunos vecinos se preguntan: "¿no se está haciendo la remodelación en las Murallas porque se habían ahorrado 700.000 euros?", eso dijo el alcalde hace pocos meses.

Mientras, pronto se sacarán los materiales presentes aún en la plaza Paraíso, donde la obra aún no ha finalizado: "Ahora se está trabajando en la conexión eléctrica de la fuente", explicaron desde Los Tranvías de Zaragoza. Y en las Murallas, seguirán las obras hasta el verano, que es el mismo plazo que aseguran que "aún hay" para rematar los acabados.