El final del pleno extraordinario que se celebró ayer fue interrumpido por las protestas de una mujer que reclamaba una vivienda social. "Es una vergüenza que debatan sobre los barcos cuando hay personas que están en una situación como la mía", aseguró Concepción Langarita, que denunció no ser beneficiaria de una vivienda social a pesar de tener una hija con el 70% de discapacidad intelectual y de que el último decreto sobre la dependencia le haya reducido en 100 euros la cuantía que percibía por ella. Según Langarita, en paro desde febrero, subsiste con 440 euros al mes y los servicios sociales municipales no le dan una vivienda social porque "son más caras de lo que puedo pagar".