No hubo sorpresas en la Comisión de Economía y Hacienda y el presupuesto del Ayuntamiento de Zaragoza, con 667 millones de euros para el 2014, camina con el terreno despejado hacia su aprobación inicial en el próximo pleno municipal que se celebra el viernes. CHA e IU dieron su apoyo después de pactar el contenido de unas enmiendas que, en definitiva, servirán para añadir 1,5 millones de euros al gasto social y a las políticas de creación de empleo. Una cuantía que, además, pueden presumir de habérsela quitado a las partidas destinadas al pago a los bancos de los intereses de la deuda y, por otro lado, disponer de 700.000 euros para reforzar la plantilla en algunos de los servicios públicos que más adolecen de personal. Y de paso, estar prevenidos ante la reforma de la Ley de Bases y el "drama" que el vicealcalde, Fernando Gimeno, asegura haber conseguido evitar con este acuerdo a tres bandas.

El debate ayer apenas tuvo debate. CHA e IU cumplieron el guión previsto y ya han dado forma a sus enmiendas para sacarlas adelante. Los nacionalistas, de hecho, solo perdieron la votación en una que ya daban por perdida: la polémica sobre la Caridad y el servicio de comida a domicilio. El portavoz nacionalista, Juan Martín, defendió que aunque hagan una labor "encomiable", considera que "este servicio no debería hacerse a través de una fundación religiosa", sino "con entes públicos o 100% laicos".

DE IZQUIERDAS Pero la lectura que hicieron los tres socios para sacar adelante las cuentas del 2014 giraron en torno a la necesidad de combatir la reforma de la Ley de Bases. En este sentido, para IU, lo más importante es la triple "insumisión" que traslada Zaragoza a la opinión pública: a los bancos por reducir en 800.000 euros el pago de intereses de la deuda para reorientarlos a políticas sociales --"sí se puede tocar a los bancos", señaló el concejal Pablo Muñoz--, a la imposición del Gobierno central de congelar la plantilla al introducir nuevas fórmulas para contratar personal, y a la futura ley. Un presupuesto "de izquierdas".

Mientras, Juan Martín, de CHA, subrayó su "satisfacción" por el acuerdo, que les otorgaba la aprobación del 95% de sus enmiendas por valor de 4,2 millones, dirigidos al "empleo, la acción social, las políticas culturales, la transparencia y la participación", con la supresión de las dietas en las sociedades como principal logro. Además, ya no se detraerá un millón de euros del pago a la Seguridad Social, ya que se restarán solo 300.000 euros. El resto saldrán de quitar 500.000 de la partida de gratificaciones, con la que se pagan las horas extra (tenía 1,3 millones y se queda en 800.000 euros) y otros 200.000 de la de asistencia médico-farmacéutica, que se queda con 805.000 euros, 200.000 más que este año.

El Gobierno, a través de Gimeno, destacó que la aprobación del presupuesto supone "culminar los compromisos del alcalde con tres años de estabilidad" con CHA e IU. Y que el PP no haya introducido "ninguna fisura". Aunque admitió que la tardía incorporación de CHA a la negociación la complicó.

El portavoz del PP, Eloy Suárez, fue la nota discordante en medio del júbilo de la izquierda. A su juicio, este es un presupuesto "sectario" y "del engaño" que "no soluciona los problemas de la ciudad". "No se pueden hacer más trampas en tan poco tiempo, tantas irregularidades, saltarse tanto el reglamento y los acuerdos de la junta de portavoces", añadió. Jorge Azcón, por su parte, fue más duro en la comisión, al acusar a CHA e IU de haber alcanzado "un pacto miserable", reconoció el edil a este diario, "porque reparten sus miserias entre sus amigos".