Los bolsillos de los conductores afrontan esta Semana Santa en una posición algo más cómoda que en los últimos años. Los precios de los carburantes están en el nivel más bajo en los días previos a las fiestas desde el 2011. El coste de la gasolina y el diésel, con todo, sigue siendo un quebradero de cabeza tras haberse disparado durante la crisis (18% y 11%, respectivamente, desde la quiebra de Lehman Brothers en el 2008 y un 69% y un 58% desde los mínimos de principios del 2009).

Según los últimos datos de la Unión Europea (UE), del lunes de la semana pasada, el litro de gasolina está a 1,399 euros, mientras que el del gasóleo está a 1,319 euros. Es decir, un 3% y un 3,7% más baratos que antes de la Semana Santa del 2013. La rebaja se debe al menor coste de la materia prima que, sin embargo, no se ha trasladado totalmente (8,5% y 6,2%). Respecto a la Semana Santa del 2012, el recorte de los precios es mayor (5,6% y 4,9%), mientras que están en línea con los del 2011 (3% y 0,8% más caros) y muy por encima de los del 2010 (20% y 26%), 2009 (48% y 54%) y 2008 (24% y 16%).

Como es habitual antes de las fiestas, los precios han subido en las últimas tres semanas (un 0,5%). Y es más que probable que se incrementaran ayer respecto al lunes pasado. Así sucedió con la gasolina en el 2013 (0,6%), el 2012 (1,3%), el 2011 (0,6%), el 2010 (0,9%), el 2009 (0,3%) y el 2008 (0,8%).

Este tipo de evolución es similar al llamado efecto lunes: las empresas bajaban precios ese día, que es en el que la UE recoge sus datos, para elevarlos después. Si bien la práctica, confirmada por la desaparecida Comisión Nacional de la Energía (CNE) se ha disipado en los últimos meses, los problemas en el mercado persisten, como demuestra la menor rebaja del precio final frente al de la materia prima.

LOS DATOS EN LA COMUNIDAD

La caída del precio de los carburantes también se ha dejado notar en Aragón. La gasolina frenó su escalada alcista a finales del 2012 y desde entonces ha mantenido una tímida tendencia a la baja. De hecho, llenar el depósito del coche en Aragón cuesta hoy, de media, cinco euros menos que hace dos años. A lo largo de estos últimos días, la gran mayoría de las gasolineras de la comunidad situaba el gasóleo A habitual (el carburante que utiliza casi el 80% de los vehículos en España) en los 1,289 euros. Así, repostar 50 litros cuesta 64,45 euros, por los 69,25 que había que pagar en la Semana Santa del 2012, según los datos del Ministerio de Industria. En el caso de la gasolina de 95 octanos, cuyo litro se paga estos días a 1,389 euros, la diferencia es muy similar.

A pesar del abaratamiento del último año, los precios son mucho más altos que hace cuatro años. No en vano, llenar el depósito de un vehículo diésel costaba a mediados del 2010 un total de 54,45 euros, diez menos que ahora. Unas subidas que han provocado que muchos ciudadanos cada vez usen menos el coche. Y eso que, en las estadística del ministerio, Aragón es habitualmente la comunidad con los precios más baratos, junto al resto de regiones que no aplicaban el denominado céntimo sanitario (País Vasco y La Rioja).

Con todo, los rigores de la crisis han llegado a la mayoría de familias aragonesas y no son pocas las que tienen que mirar los precios con lupa. Aunque son conscientes de que entre las gasolineras abanderadas por las grandes petroleras las diferencias no son sustanciales, también saben que el que busca, encuentra. Así, el ahorro que se podía lograr la pasada semana en Aragón llenando el depósito en una u otra estación de servicio alcanzaba los 9,40 euros en el caso del gasóleo.

EL AHORRO EN ZARAGOZA

En Zaragoza capital, las diferencias se estrechan, pero aún siguen siendo considerables: el litro de diésel más barato estaba ayer a 1,2 euros y el más caro a 1,314, por lo que se podía conseguir un ahorro de 5,7 euros.

El último informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC, que sustituyó a la CNE) destaca que España se situó en febrero como el cuarto país más caro de los 28 de la UE en el precio de la gasolina antes de impuestos (0,697 euros por litro) y el séptimo en el gasóleo (0,743). En cambio, es el decimosexto en el precio final (1,406 y 1,348) por la menor carga fiscal en comparación con el resto del continente.

El problema son los márgenes de las empresas, que son muy superiores a los de la media europea. Además, desde abril del 2012 han aumentado, mientras que en el resto de la UE se han mantenido, con lo que la diferencia es cada vez mayor. En febrero se situaron en los 0,157 euros por litro en la gasolina y los 0,163 euros por litro en el gasóleo. "Las subidas de las cotizaciones se trasladan a los precios finales de igual forma a la de otros países, pero, en cambio, las bajadas de las cotizaciones se están retrasando y no se trasladan completamente", denunció la CNMC en el informe.

La extinta Comisión Nacional de Competencia ya denunció hace algunos años que el problema era la excesivo poder que tenían unas pocas empresas. Apuntó, así, que las tres firmas con capacidad de refino --Repsol (63%), Cepsa (28%) y BP (9%)-- controlaban el 42% de la capacidad de almacenamiento y el 64% de las gasolineras. De hecho, las estaciones independientes establecen los precios más bajos. El Gobierno modificó la ley de hidrocarburos hace un año para aumentar la competencia y presionó a las empresas.