Desde el año 2005, el tráfico en Zaragoza se ha reducido en más de un 20% y también las emisiones de CO2 emitidas a la atmósfera como consecuencia de la movilidad de los ciudadanos han descendido en un 11,4%. A pesar de ese dato positivo, una cuarta parte de las emisiones de la ciudad se corresponden con este sector que, no obstante, se queda por detrás de las emisiones residenciales y de la industria. Mientras que el transporte público solo supone la emisión del 2,6% de CO2, el uso del vehículo privado acapara el 97,3% restante. Y casi el 61% de los zaragozanos utiliza su propio vehículo para desplazarse a su trabajo todos los días, lo que supone que la ciudad todavía tiene un amplio margen de mejora para la reducción de las emisiones.

Estos son algunos de los datos que se desprenden de los indicadores medioambientales que cada año actualiza el consistorio de la capital aragonesa y de un estudio elaborado por el sindicato UGT con la financiación del Ayuntamiento de Zaragoza sobre la reducción de las emisiones en los recorridos a los centros de trabajo.

Los indicadores que radiografían diferentes aspectos medioambientales de la capital aragonesa constatan que la evolución de las emisiones de CO2 en el periodo que va desde el 2005 al 2013 reflejan una tendencia a la disminución de casi un 20% en los sectores residencial y de movilidad. En el primero las emisiones se han reducido en un 23%. En cuanto a la movilidad urbana, las emisiones descendieron en estos años un 11,4%, aunque en el último año se produjo una ligera subida, de un 0,35%. Se ha pasado de emitir 883.060 toneladas al año en el 2005 a 782.153 en el 2013. Esta reducción se confirma también en la emisión de CO2 contabilizada por habitante y año y que ha pasado de 3,13 en el 2005 a 2,99 en el 2013 --en este indicador se contabilizan todos los sectores: residencial: movilidad, industria, primario y aviación--.

INDICADOR EN DESCENSO

Aunque la disminución en el sector residencial ha sido fundamental, también la Intensidad Media del Tráfico (IMD), un indicador que mide el número de vehículos que que circula en un espacio determinado, en este caso Zaragoza, ha ido en progresivo descenso durante todos esos años. De hecho, en el 2013, aunque el parque de vehículos aumenta ligeramente (en un 0,44%), la intensidad media del tráfico continua la tendencia descendente, más del 5% en el 2013 y casi el 20% acumulado desde el 2005 en el conjunto de la capital aragonesa.

En el centro este porcentaje es incluso superior, con una reducción de casi el 32% en el último año. De este modo, en el conjunto de la ciudad, si en el 2005 se registraba una intensidad media de tráfico de 544.816 vehículos, en el 2013 y tras bajadas consecutivas, este indicador se situó en 441.541 vehículos.

A estas cifras han contribuido la aplicación del Plan de Movilidad Sostenible, con la pacificación de un total de 783 calles secundarias en las que se ha establecido una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora y que suponen en su conjunto un total de 235 kilómetros. Y también la puesta en marcha de la línea completa del tranvía.

No obstante, los datos reflejan que todavía hay un amplio margen de mejora, sobre todo en los desplazamientos que realizan los zaragozanos a su lugar de trabajo. Seis de cada diez lo hacen en su vehículo privado y el 30% de estos asegura que es porque no tiene otro modo de acudir a su puesto. Solo el 8,7% usa el coche compartido. El transporte colectivo es usado por el 17,8% de los zaragozanos (7,8% el autobús de empresa y 10% transporte público) y la bici es utilizada por el 7,4%, mientras que el 13,9% va andando.

EN LOS POLÍGONOS Estas cifras se explican también porque el 39,5% de los encuestados en el estudio elaborado por UGT tiene su centro de trabajo ubicado en un polígono industrial, lo que, unido a la progresiva disminución de los buses puestos por las empresas, obliga a muchos ciudadanos a ir en coche.