Las modas respecto a las figuras que rodean a la muerte también existen y aunque vestirse de enfermero con traje protector contra el ébola este Halloween parece garantizar el éxito, es otro disfraz el que se ha convertido en el preferido para destacar en la noche de los muertos vivientes.

Este año, toca importar personaje desde el otro lado del charco, concretamente desde México. La Calavera Garbancera, más conocida como la Catrina, es el disfraz más demandado y la figura que va a tematizar las fiestas y encuentros de Halloween.

Esta figura creada por José Guadalupe Posada y bautizada por el muralista Diego Rivera es una visión esperanzadora de la muerte, una muestra del color y de la vida, porque así es como ven a la muerte en el país latinoamericano y este es el espíritu que reinará esta noche en la ciudad. Los mexicanos aseguran burlarse de la muerte y jugar con ella, "por supuesto con cierta picardía y el debido respeto", dicen.

Lejos del blanco y el negro de los fantasmas y los vampiros, las catrinas son calaveras pintadas de colores. Sus representaciones varían: algunas veces se puede ver a la Catrina alegre, vestida de manera elaborada, con ganas de divertirse e incluso coqueta y seductora. Otras como relatan los mejicanos, la muerte aparece "en los purititos huesos" lista para llevarse a algún mortal cuando menos lo espera.

SERIES Y TEXTURAS

La Catrina "es un disfraz muy fácil de realizar" según Pilar Bolea, responsable de la tienda Bacanal en Zaragoza. "Este año está muy de moda aunque se estilan también otros modelos como personajes de serie relacionados con la emergencia nuclear, como los zombies de The Walking Dead", explica Bolea. Y aunque algunos con una capa y una capucha ya "se han apañado" para ser los más terroríficos, los más dedicados invierten tiempo y dinero en parecer un muerto viviente de pies a cabeza. "Las películas de terror son una fuente de inspiración, piden muchos disfraces de personajes de estas cintas", asegura Bolea.

Además, el maquillaje también se ha convertido en un aspecto a cuidar en esta vestimenta. "Vienen muchos clientes que se han estudiado tutoriales de Youtube para conseguir texturas con látex para pintar su cara y conseguir acabados muy reales de sangre, o de carne artificial", relata.

Y ser el muerto más guapo también tiene su precio. "La gente no se deja mucho dinero, unos 15 o 20 euros es la media, aunque con 10 euros la mayoría se decora", afirma Bolea.

En blanco y negro, a todo color, desde méxico o salidos de una serie, la moda también puede ser terrorífica.