Estados Unidos se ha convertido en el país exportador de festividades más famoso del mundo y la noche de los muertos vivientes parece haber llegado para quedarse. Si desde hace algunos años las brujas, dráculas y calabazas parecían asomar la cabeza por estas tierras cada 31 de octubre, este año lo han hecho para quedarse.

La celebración de Halloween (All Hallow's even, Vigilia de Todos los Santos) se ha hecho un hueco en el calendario cultural y festivo de Zaragoza. Don Juan Tenorio ha quedado atrapado en las telarañas y, en general, los más jóvenes han orillado la tradicional celebración religiosa de recogimiento y recuerdo a los difuntos en favor del disfrute y la pura diversión.

Una de las gateras por las que se ha colado esta moda es la escuela. En muchos centros educativos, especialmente los bilingües, los profesores trasladan las tradiciones anglosajonas a los más pequeños. "Estos días decoramos el colegio, los maestros de inglés organizan cuentacuentos en ese idioma y preparamos juegos, bailes y una fiesta de disfraces. Son actos abiertos a toda la comunidad educativa. Somos un centro bilingüe y eso se nota", explica la directora del CEIP Valdespartera, Mercedes Ramos.

DULCES Y DISFRACES

Las telas de araña también asoman por el Joaquín Costa. "Hemos decorado los pasillos y pintado calabazas. Son días de celeración en los que se organizan actividades dependiendo de las clases, pero desde la dirección no se ha impulsado nada", explica Fernando Gago, director del centro.

La corriente festiva también se ha extendido entre los comercios. La tienda Taste of America, que cuenta en sus estanterías con todo tipo de productos importados del país, es un referente para preparar esta festividad en la ciudad. Su gestora, Luisa Callejas, asegura que Acción de Gracias, Navidad y Halloween son momentos clave para el establecimiento. Uno de los reclamos que ofrece la tienda son los talleres de preparación de dulces de Halloween --en inglés, para hacerlo más auténtico si cabe--. Ojos de mantequilla de cacahuete con dentadura de nubes, pastel de calabaza o tumbas de brownie son algunos de los postres que se pueden aprender en estas clases. "Hemos tenido que ampliar las sesiones de estos talleres para esta fecha", asegura Callejas. Por otra parte, el producto más demandado para estas fechas es una mezcla de sirope de maíz convertido en caramelo blando con forma de diente: los candy corns.

RENOVARSE O MORIR

Para los más tradicionales también hay opciones, aunque Halloween ha obligado a muchos comercios a readaptarse. Es el caso de pastelerías como Tolosana que, además de huesos de santo o panellets, han adelantado la venta de empanadicos de calabaza --que se inicia en fechas navideñas-- para hacerla coincidir con la noche de Halloween. "Es la versión aragonesa de esta festividad, hay que ir detrás de la tendencia pero nosotros mantenemos las costumbres tradicionales de Aragón", explica Jesús Tolosana, gerente de la pastelería. Y aunque innovan también con los rellenos de los huesos de santo --se pueden probar incluso de fresa o café--, Tolosana reconoce que "lo tradicional sigue siendo lo más demandado".

Los centros comerciales de la ciudad hace tiempo que vieron venir la ola y cada año preparan actos lúdicos y ofertas especiales para atraer a jóvenes y mayores. En Puerto Venecia, cuentan con el espacio The Gallery, un lugar en el que retrarase depués de haber sido maquillados por profesionales, un Kids Club con cuentacuentos de terror y bailes de zombies, el Calabaza Festival by The Van Sisters, que premiará la calabaza más grande y un mercado ecológico que colabora con Ayuda en Acción. Por su parte, el centro comercial de Aragonia cuenta con la exposición Mundo Fantástico, en la que de la mano del profesional del cine de terror de serie B, Francisco José Bosqued, el público puede conocer vestuarios, maquetas, máscaras y atrezzos de este género. Esta tarde a partir de las 18.00 horas, los zombies de la escuela de cine Un perro Andaluz sembrarán el terror en la galería comercial, mientras se desarrollan talleres de maquillaje, repartos de chucherías y una fiesta de disfraces con música, juegos y sorteos.

Una festividad, que los niños de los barrios zaragozanos han hecho suya y se han sumado a celebrar el famoso "truco o trato". La tradición de ir de piso en piso pidiendo caramelos ha echado raíces en diferentes sectores de la ciudad. En Parque Venecia, el Actur o Las Fuentes han preparado programación especial para esta fecha, aunque muchos aterrorizan por libre.