Aunque la lista Falciani está siendo publicada ahora en detalle, algunos de sus nombres se han ido desvelando por goteo desde que trascendió que el informático que le da nombre se había hecho con ella. En abril del 2013, este diario ya se hizo eco de la presencia de un nombre relacionado con Aragón, el del empresario catalán y miembro del Partido Socialista de Cataluña (PSC) Didac Fábregas, figura clave en la controvertida construcción de la depuradora de La Cartuja en 1993. Lo que sí ha traído como novedad esta nueva remesa de datos es la cantidad que el empresario poseía en sus dos cuentas suizas: 4,8 millones de euros.

La historia de la depuradora comenzó hace mucho más tiempo, en 1990. El Ayuntamiento de Zaragoza firmó entonces una concesión en favor del grupo francés OTV-Compagnie Generale des Eaux. En la operación, bajo sospecha prácticamente desde que salió a la luz, estaba implicado Fábregas, a la sazón amigo del entonces alcalde de la ciudad, Antonio González Triviño.

La empresa EIA, propiedad del empresario catalán, elaboró el estudio previo al concurso de adjudicación de las obras. Fábregas era además socio de OTV, a través de otra empresa.

La conexión entre la elaboradora de las condiciones y la adjudicataria --una mecánica de actualidad judicial, en casos como los de Plaza-- ya era sospechosa de por sí, pero se le unieron otros elementos. Por ejemplo, el hecho de que los terrenos donde terminó por ubicarse la depuradora de La Cartuja duplicaran o incluso triplicasen los del mercado en la época, según la auditoría externa realizada posteriormente por el ayuntamiento. El precio real de la obra fue fijado en 22.000 millones de pesetas.

La polémica regresó en 1993, un año antes de que se terminase la obra, cuando trascendió que la constructora OTV tenía previsto reclamar la devolución de sobrecostes de la construcción de entre 4 y 5.000 millones de pesetas.

Ya en 1994, Hacienda descubrió que el grupo OTV pagó algo más de 300 millones de pesetas por unas facturas falsas de una pyme de Terrassa. Izquierda Unida denunció la posible connivencia entre Fábregas, la constructora y el ayuntamiento. Pero Triviño obtuvo ese mismo año un escaño en Europa, y nunca fue procesado por corrupción. El caso se archivó en el 2000.

Didac Fábregas perteneció al PSC, donde llegó a ser director general de Desarrollo Autonómico e incluso consejero de la Junta de Castilla La Mancha. Pero a finales de los años 80 abandonó el partido y la militancia y se centró en los negocios. Además de la consultora EIASA y su relación con la constructora OTV, en los 90 creó la sociedad RWE Ibérica de Saneamiento. Luego se mudó a Cuba y hoy preside la compañía Infiprox. En 1997 cobró actualidad en Cataluña al figurar entre los inversores de la compañía Poliseda, filial de La Seda, hoy en liquidación.