El portavoz del partido Popular, Eloy Suárez, vio frustradas ayer todas sus esperanzas de ser alcalde de Zaragoza. Tras alzarse Pedro Santisteve con el bastón de mando municipal y escuchar su discurso de toma de posesión, aseguró que sus palabras "evidencian que este Gobierno nace desde la inestabilidad". A su juicio, de lo que dijo Santisteve concluyó que "lo que ha quedado claro es que a los zaragozanos se les van a subir los impuestos" y que existe "contradicción" por "apelar al diálogo cuando no han contactado con el PP ni siquiera en la noche electoral".

No obstante, quiso dejar claro que, a partir de este momento, los diez concejales de su grupo municipal van "a trabajar por defender a esta ciudad y el principio de legalidad". Y que esa alianza de ciudades a la que se refería el nuevo alcalde de Zaragoza está centrada en combatir la "legislación estatal".

Sobre los planes de Santisteve, añadió que quiere "pensar que sabe cómo hacer todo lo que ha prometido hacer", pero que su posición y la de su grupo será en todo momento "velar por que se cumpla la ley".

Su continuidad al frente del PP municipal también está en cuestión y se reafirmó en que al haber aceptado la banda queda claro cuál es su deseo. "No tengo la bola de cristal, estoy a disposición de lo que decida el partido". "He tomado posesión, pero la última palabra no la tengo yo", añadió el líder conservador en el ayuntamiento.