Carbón, viento y agua. Estos tres recursos cimentaron la producción de electricidad en Aragón durante el 2014 --más de 80% del total--, al igual que viene ocurriendo en la última década. Pero esta vez, la térmica de Andorra, que quema los lignitos de las minas de Teruel mezclados con mineral de importación, volvió a situarse como principal fuente de generación, con un rendimiento de 5.002 gigavatios hora (GWh), un 32,43% más que en el ejercicio anterior (3.777). De esta manera, la eólica, con 4.314 GWh (-11,40%), se vio desplazada al segundo puesto, perdiendo el liderazgo que logró por primera vez en el 2013, que fue su año récord.

Los datos vienen recogidos en el informe anual que publica Red Eléctrica de España (REE), la empresa semipública que opera el sistema eléctrico nacional y que gestiona y construye las líneas que transportan la luz desde las centrales donde se genera hasta los centros de distribución que la llevan hasta los hogares o empresas.

El tercer lugar de la tarta eléctrica regional lo ocupó en el 2014 la gran hidráulica, que generó 3.408 GWh (un 5.17% menos), seguida de la cogeneración, que aportó 2.383 GW (-27,52%). El retroceso de esta última, cuyas instalaciones aprovechan la actividad fabril para producir electricidad, podría deberse al severo recorte de primas que ha sufrido con la reforma energética del Gobierno.

Entre el resto de tecnologías destacan la minihidráulica, con 998 GWh (-1,48%), la biomasa (térmica renovable), que con 349 GWh (+53,07%) alcanzó su máximo histórico, y la solar fotovoltaica, con 297 (-3,88%).

EL GAS, PARADO

El farolillo rojo de la energía aragonesa lo ostentan, paradójicamente, las centrales de gas (ciclos combinados), que con una producción de apena 232 GWh viven una situación de práctica parálisis si se tiene en cuenta que es la tecnología con mayor capacidad de generación de la comunidad. Las tres plantas de este tipo que hay (dos en Escatrón y una en Castelnou) sumas una potencia instalada de 1.898 MW, por delante de la eólica (1.890), la hidráulica (1.310) o el carbón (1.102). En ellas se invirtieron en los años previos a la crisis más mil millones de euros, pero la caída de la demanda eléctrica y la competencia de las renovables las ha dejado en barbecho.

Todas estas cifras vuelven a poner de relieve que Aragón es una de las principales potencias energéticas del país. Con el aporte, principalmente, de la térmica de carbón de Andorra, los aerogeneradores y los saltos de agua del Pirineo, la comunidad cubre el 6,41% de la demanda de electricidad de España, una cifra que duplica su peso relativo que la región tiene en la economía nacional, que ronda el 3% del PIB.

Y es que, históricamente ha sido un territorio que produce más electricidad de la que necesita. El pasado año, en concreto, fue la quinta autonomía más exportadora, al verter fuera el 40,4% de la energía que generó, es decir, un excedente de 6.239 GWh. Este porcentaje solo es superado por las regiones de Galicia (98,47%), Castilla-La Mancha (107,86%), Extremadura (147,72%) y Castilla y León (188,32%).

En cuanto a la producción de las energías renovables, Aragón se sitúa como la cuarta autonomía con el balance eléctrico más sostenible. En el 2014, la generación con tecnologías verdes --eólica, hidráulica, solar fotovoltaica y biomasa-- en la comunidad fue equivalente al 95,05% del demanda eléctrica regional (el 100,7% en el 2013). Este registro solo es superado por Castilla y León, Castilla-La Mancha y Galicia, las tres grandes potencias eólicas de España, y Extremadura. En el conjunto de España, el peso de las renovables respecto a la demanda es del 43,33%.