La progresiva recuperación del mercado laboral de Aragón no está resolviendo algunos de los estragos que ha dejado tras de sí la crisis económica. La proliferación de los trabajos por horas, de corta duración y mal remunerados no tiene fin y alcanza, en casi todos los casos, su nivel más alto de los últimos años. Un ejemplo de ello es el auge de los contratos a tiempo parcial, que aglutinan ya a 77.500 asalariados de la comunidad (8.500 más que hace un año), es decir, el 17% del total de ocupados por cuenta ajena que había al cierre del 2015 (456.200), según la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre del 2015.

La proporción de los llamados miniempleos o minijobs se ha disparado un 43% respecto al 2008, cuando el peso de estos sobre el conjunto del empleo era del 11,9%. La brecha de género es además patente, ya que el 78,3% (60.700 personas) de los contratos parciales lo ocupan mujeres.

Los trabajos por horas son, en la mayoría de los casos, la única salida que le queda a la población ocupada para no caer en el paro. En concreto, 43.200 aragoneses que trabajan a tiempo parcial (el 55% de los que tienen este tipo de contratos) lo hacen por obligación al no encontrar empleos a jornada completa, según revela la EPA. Un año antes eran 38.300 los que estaban en esa situación y en los años previos a la crisis unos 20.000.

POR OBLIGACIÓN

Estos trabajos casi siempre están asociados a una baja remuneración, con lo que quienes los ocupan suelen tener serias dificultades para llegar a fin de mes. De ahí que muchos se vean obligados a compaginar varios empleos para sobrevivir. En concreto, hay 18.362 ocupados en Aragón --el 3,5% del total-- con dos o más trabajos, un 8,4% más que un año antes, lo que sitúa a la comunidad por encima de la media española (2,2%), según un informe de junio del 2015 de la patronal de agencias privadas de colocación (Asempleo).

No obstante, para un pequeño colectivo de personas, la jornada parcial es una fórmula idónea para compaginar la vida laboral con la familiar o personal, o con los estudios. Así, 3.600 empleados aseguran tener este tipo de contratos porque no los quieren a tiempo completo. Otro rasgo revelador de la precarización es el incremento de los trabajos gestionados por empresas de trabajo temporal (ETT). En el 2015, un total de 107.167 contratos se firmaron en Aragón bajo esta fórmula, lo que supone un récord de la serie histórica (desde 1996), según los datos del Ministerio de Empleo. La cifra es un 14% superior a la del 2014 (94.035) y casi duplica la del 2008 (56.792).

De esta manera, uno de cada cinco contratos que se registraron en la comunidad el pasado año fueron a través de una ETT, es decir, el 21% de un totalde 507.981 trabajos. Para el economista José Manuel Lasierra, profesor de Economía Aplicada en la Universidad de Zaragoza, el empobrecimiento del empleo «no tiene vi sos de mejorar a medio plazo». «El sistema económico está tan fracturado y fragmentado que la gente coge en cada momento el empleo que puede porque tiene que vivir y ganarse la vida», subraya, lo que ha generado «gran frustración» por la existencia de un elevado número de trabajadores sobrecualificados en relación al puesto que ocupan. En su opinón, la reforma laboral del PP es en gran medida responsable de la precarización del mercado de trabajo, que «antes se decía que era dual y ahora es único: todos desprotegidos».

Esta polémica norma, sostiene, «ha roto el equilibrio entre trabajo y capital,dandetodo el poder a las empresas». «La gente trabaja más por menos y las empresas se han acostumbrado al remedio barato, a competir en trabajos precarios y con menores costes.Eso no eselfuturo». Pese a todo, Aragón vivió en el 2015 su mejor año en materia de empleo, ya que se redujo en 27.000 personas el número de parados, hasta un total de 93.700 desempleados (una tasa del 14,6%) y la ocupación subió en 21.800 personas, hasta 548.300 trabajadores.