En Aragón no hay constancia de casos mortales por este tipo de barreras, pero en España sí hay varios, desde hace una década. Cronológicamente, los que tiene registrados la organización de defensa del motocilista comienzan en Madrid, en abril del 2006, cuando un motrorista sufrió un corte en el abdomen por un cable entre dos mástiles que cortaba un camino vecinal, entre La Cabrera y Lozoyuela, y falleció. En mayo del 2012 se repitió en Madrid, en el distrito de Villaverde. En esa ocasión la víctima fue un agente de policía municipal, que chocó con una cadena sin señalizar en un camino. En diciembre del 2013 ocurrió lo mismo en el acceso a una gasolinera en Urduliz (Vizcaya), que resultó estar cerrada y el acceso cortado con una cadena que el motorista no vio. En julio del 2015 la víctima fue un ciclista, que murió tras chocar con un cable electrificado en un camino rural de Santander. La última víctima mortal fue un motorista catalán que impactó con otra cadena de cierre de camino en Caldes.