Al caos y el pánico vividos en el aeropuerto de Zaventem y en el metro de Maalbeek le sucedió la angustia de familiares y amigos de las víctimas a medida que se sucedían las cifras de fallecidos y heridos. Las autoridades belgas informaron de que había ciudadanos de 40 nacionalidades distintas entre los afectados, lo que complica seriamente las labores de identificación.

Forenses y policías siguieron trabajando ayer para tratar de identificar a las víctimas del doble atentado. Los cuerpos de los fallecidos en el aeropuerto fueron trasladados a la universidad de Lovaina y los del metro al hospital militar de Neder-Over-Heembeek.

Según el balance provisional de la fiscalía hay 31 muertos y 270 heridos, aunque un nuevo cadáver encontrado entre los escombros del aeropuerto elevaría la cifra de fallecidos a 32. Entre los heridos, según avanzó el ministro de Exteriores José Manuel García Margallo, hay nueve españoles, cinco de los cuales continúan hospitalizados.

Además de los españoles, figuran entre los heridos 10 norteamericanos, 10 franceses --de ellos, cuatro en estado grave--, 21 portugueses, cuatro rumanos, cuatro británicos y dos húngaros, según informaron los respectivos gobiernos. También hay varios empleados de la Comisión Europea.

Por las redes sociales comenzaron a desfilar mensajes y fotos con la esperanza de que alguien dé noticia del paradero de familiares o amigos. De momento, el centro de crisis no ha difundido ningún lista.

Los ingresados en el hospital militar Reina Astrid, de Neder-Over-Heembeek, recibieron ayer por la tarde la visita del rey Felipe de Bélgica y su esposa, Matilde, que acudieron junto a una delegación francesa encabezada por el primer ministro, Manuel Valls. Tras entrevistarse con el personal médico que acudió al aeropuerto, el director del hospital acompañó a los soberanos y al primer ministro francés a visitar a los heridos.

Mientras, empiezan a conocerse los nombres de algunas de las víctimas mortales, como la peruana Adelma Marina Tapia Ruiz, de 36 años, que estaba en el aeropuerto junto a su marido y sus dos hijas.