Un mercado de artesanía, actividades infantiles, pasacalles con Don Quijote y Sancho Panza como protagonistas o el sonido de los Titiriteros de Binéfar. Puede parecer extraño, pero todo esto ocurrió ayer en el interior del Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón, que cambió su rutina diaria de funcionarios y políticos por la visita de miles de ciudadanos de a pie que no quisieron perderse ninguna de las actividades.

Más de 10.000 personas, según informó la DGA, participaron en la jornada de puertas abiertas. "Es una oportunidad también para visitar este espacio. Es un lugar al que habitualmente no se viene si no es por una cuestión de papeleo", comentaba Josefina Azar, quien acudió acompañada por su marido.

Los más pequeños fueron los que más disfrutaron, pero también los adultos se congregaron en la zona de la exposición 80 años del Estatuto de Autonomía de Caspe, donde pudieron realizar un recorrido a través de imágenes de las legislaturas.

Los comerciantes del mercado artesanal también se mostraron muy satisfechos. "Estamos sorprendidas con la cantidad de gente que ha venido y las ventas van muy bien", explica Concha Molina, que acudió a Zaragoza desde Caspe.

El acto que cerró la jornada de ayer en Zaragoza fue el espectáculo Fantasmagoria cervantina, donde princesas, dragones y el caballero San Jorge fueron los protagonistas en un escenario nocturno mágico. La sorpresa final la dio el sonido de los tambores de Calanda, que sonaron con estruendo en el Pignatelli.

Por su parte, en Alcañiz tuvo lugar el Vencimiento del Dragón, mientras que se celebraron romerías en Fayón, Bujaraloz y Grisel. En Fuentes de Ebro y en Novillas los danzantes bailaron junto a la imagen del santo San Jorge.