Tras los vaivenes normativos de la circulación de bicicletas por Zaragoza --con la ordenanza municipal que les permitía ir por la acera, luego derogada--, las multas han descendido bruscamente en los últimos años. Sin datos oficiales, fuentes consultadas indicaron que con el último cambio de normativa se trataba más de informar que de multar, y desde entonces la presión en este sentido ha caído. Lo cual no impide que si un policía local ve un comportamiento ilegal tenga que sancionarlo. Las multas tuvieron más que ver con la huelga a la japonesa del cuerpo en el 2014.