Llamar la atención sobre su existencia y derribar los muros de reticencia que todavía puedan existir para entrar en los museos y salas de exposiciones. Bajo el lema Museos y paisajes culturales, hoy se celebra en todo el mundo el Día de los Museos, onomástica a la que se llevan adhiriendo desde hace muchos años los centros aragoneses. "Este día es una oportunidad para abrir las puertas de par en par para hacernos visibles ante gente que no repara en nosotros en el día a día", según explica Carmen Aguarod, jefa de la Unidad de Museos y Exposiciones del Ayuntamiento de Zaragoza. Una sensación con la que está de acuerdo el director general de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, Nacho Escuín: "La fiesta de los museos reivindica la importancia que tienen dentro de nuestro panorama cultural y patrimonial. Y lo que nosotros queremos ser capaces de conseguir es que sean unos lugares de encuentro no solo de visita para ver una exposición sino que verdaderamente sean epicentros culturales donde se hagan muchas más cosas que las propias exposiciones. Y este día nos permite dar unas pinceladas a la gente de todo lo que estamos haciendo".

DOS GRANDES REDES

Así, durante toda esta semana, los museos han organizado una serie de actividades comandadas principalmente por las que acogen los gestionados por las dos grandes instituciones en la comunidad, el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza. Dos redes museísticas que cuentan con un buen estado de salud actualmente según sus responsables: "Nuestro listón de calidad es muy alto --indica Aguarod-- y así nos lo han reconocido en distintos foros europeos. Ahora mismo en Zaragoza hay una oferta muy buena consecuencia de nuestra autoexigencia, de la presentación, de los contenidos y de la continua renovación". De hecho, si hace un mes se inauguró la actualización del Foro Romano, el próximo objetivo será la de las Termas el año que viene.

Con respecto a los que gestiona el Gobierno de Aragón, Escuín tiene claro que lo importante es que los centros "están empezando a funcionar como una red. La clave es que las obras estén muy bien ordenadas, por ejemplo, aprovechando las obras de la calle Moret, en el Museo de Zaragoza inauguramos el ala reorientada marcando cuál es el final temporal de ese centro y, a partir de ahí, comienza el IAACC Pablo Serrano. Eso no se había hecho hasta ahora de una manera tan decidida. Y junto a eso estamos trabajando en la convivencia de las colecciones propias del Gobierno de Aragón no solo en el lugar donde están depositadas si no que puedan ir a otros centros. Es inminente una exposición en el CDAN con los fondos de la colección Escolano que están depositados en el Pablo Serrano. Tiene que haber ese movimiento en nuestros propios centros porque todos los ciudadanos tienen que poder disfrutar de los contenidos".

En el debe de los museos está el ya tan manido problema de lograr atraer a un público mayoritario. "Tenemos una obligación de generar público --asegura Escuín. Nuestra mayor preocupación no tiene que ser solo dotar de grandes exposiciones y de actividades a los centros si no trabajar en la formación del público, empezar con los jóvenes, que curricularmente la cultura sea un elemento esencial que es en lo que estamos trabajando y fundamentalmente generar actividades que no sean exclusivamente culturales en estos centros para que la gente se acerque mucho más a ellos". En ese sentido, se está programando en la recientemente reabierta terraza del Pablo Serrano donde además de lecturas públicas también se están realizando conciertos.

Por los museos del ayuntamiento zaragozano, pasan alrededor de 20.000 escolares al año lo que provoca que "sean los más pequeños los que luego traigan a los mayores. Lo importante, y es lo que estamos haciendo --dice, por su parte, Carmen Aguarod-- es contar con un lenguaje sencillo todos los avances arqueológicos que vamos consiguiendo porque sigue existiendo el problema de que a veces se quedan esos descubrimientos en foros reducidos de entendidos y no pasa a la opinión pública. Hay que conseguir facilitar esa información".

ANTE LA CARESTÍA, IMAGINACIÓN

Y es que reivindican tanto Escuín como Aguarod, los museos aragoneses tienen un gran estado de salud a pesar de las penurias económicas con las que tienen que convivir como un mal casi endémico, aunque prefieren no darle más importancia de la que tiene: "Hace más la imaginación, la ilusión, la creencia en lo que uno hace y la voluntad que el dinero", sentencia Carmen Aguarod.