La coalición PP-PAR sigue saboreando las mieles del triunfo, y ayer hizo balance. En el PP, la formación fuerte de la coalición, la lectura no puede ser más positiva de la victoria obtenida en Aragón el pasado domingo. "Estamos contentos con el resultado del PP en España, pero estamos especialmente contentos con el resultado del PP-PAR en Aragón, con un porcentaje de votos muy alto, casi cinco puntos por encima del resultado en España", destacó ayer el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Ledesma.

Aunque las encuestas previas abrían la posibilidad de que los conservadores perdieran dos escaños --uno por Zaragoza y otro por Teruel--, no solo lograron afianzar los seis diputados que consiguieron el 20-D sino que subieron en votos. "Las encuestas daban una subida de votos, y aún así, una posible pérdida de escaños. Pero al final los mantuvimos y en Huesca nos quedamos a solo 2.100 sufragios del segundo diputado", recordó. La clave para desmentir las encuestas ha sido, según Ledesma, el "despliegue por todo el territorio no solo estas dos semanas, sino desde que se supo que habría nuevas elecciones".

El PP aprovechó, además, la fuerza de ser el partido en el Gobierno. Hasta cinco ministros en funciones visitaron las tres provincias aragonesas y el propio presidente, Mariano Rajoy, estuvo tres veces en estas dos semanas: en la firma del pacto con el PAR, en el mitin en Zaragoza, y en el cierre de campaña en Teruel. En estos actos, los miembros del PP notaron una mayor "receptividad" entre sus bases.

GANA LA CERTIDUMBRE Otro de los motivos que, para el PP, explica su victoria, es que "los ciudadanos han tenido tiempo de reflexionar y han preferido buscar la certeza y la certidumbre. Sin prometer cosas extrañas, simplemente apostando por continuar la senda del crecimiento, la gente ha visto que era la mejor opción". Como ya destacaron en la noche electoral, la idea central de los populares es que "ha triunfado la moderación" y la búsqueda de la estabilidad.

Por otro lado, aunque no reconocen haber puesto en marcha el discurso del miedo, afirman que "la gestión desastrosa de Zaragoza en Común (ZeC) era un ejemplo fácil de qué es lo que podía pasar si gobernaba Podemos en Madrid", dijo. "Una huelga de cuatro meses, muchas promesas facilonas, mucha política de gestos y poca política real", resumió.