Quién le ha calentado la cabeza a Moussa [Oukabir]?», de 17 años y uno de los cinco terroristas abatidos en Cambrils en la madrugada del viernes, se preguntaba ese mismo día una vecina suya en Ripoll, donde residía, como la mayoría de los integrantes de la célula yihadista que ha sembrado el terror en Barcelona y en la población de la Costa Daurada.

La respuesta llegó ayer: Abdelbaki Es Satty, imán de una mezquita de Ripoll. Él fue probablemente quien radicalizó y llevó a la acción terrorista a los 11 jóvenes del comando. Los Mossos d’Esquadra registraron su casa.

Abdelbaki Es Satty ha sido el imán de una mezquita de Ripoll desde el 2015 y hasta hace solo dos meses. Un intervalo de tiempo durante el que también se ha ausentado durante algunos periodos para viajar a Bélgica. La principal hipótesis con la que trabaja ahora la policía catalana es que durante ese tiempo, este hombre de 42 años habría radicalizado a un grupo de jóvenes de Ripoll que hasta la fecha parecían estar bien arraigados en esta población gerundense de 10.000 habitantes.

VÍNCULO CON EL 11-M

El nombre de Abdelbaki Es Satty aparecía en una de las operaciones yihadistas que se realizaron en España tras los atentados del 11-M. Era cuando se hablaba de Al Qaeda y no de Estado Islámico y sus miembros eran juzgados por trasladar lo que entonces se denominaba muyahidines a zonas de conflicto.

En una de ellas, la operación Chacal, la documentación de Abdelbaki Es Satty apareció fotocopiada en el domicilio de uno de los principales acusados, Mohamed Mrabet Fhasi, un carnicero de Vilanova i la Geltrú que fue condenado por la Audiencia Nacional -y más tarde absuelto por el Tribunal Supremo- por reclutar terroristas, entre ellos, a Bellil Belgacem, que, tras marcharse a Irak, en el 2003 se suicidó asesinando a 19 soldados italianos y 9 iraquís en Nasiriya.

La sentencia de la Audiencia, luego anulada por el Supremo, declaró probado que Mrabet formaba parte de una célula que operaba en Santa Coloma de Gramenet, que ayudó a huir de España a Mohamed Belhad tras los atentados islamistas del 11-M y lo estuvo manteniendo económicamente. Belhad fue luego condenado a 12 años de cárcel por los atentados de Madrid y, tras su expulsión a Marruecos, a 8 más.

La sentencia de la operación Chacal, además de a Mrabet, condenó a Omar Nakhcha, que a su vez formaba parte de la célula Tigris y frecuentaba Santa Coloma. Nakhcha le dio el pasaporte que Belhad utilizó para huir. También le visitó en Amberes para recomendarle que se fuera a Irak antes de ser detenido.

La sentencia de la Audiencia Nacional se dictó en el 2010 y el Tribunal Supremo la anuló un año después. Desde entonces ha llovido tanto que en el 2012, Abdelbaki Es Satty salió de prisión tras cumplir condena por tráfico de drogas y ahora se le relaciona con los atentados de Barcelona y Cambrils. Pese a todos estos antecedentes, estaba fuera del radar antiterrorista.

VOLATILIZADO EN ALCANAR

Entre los escombros de la casa de Alcanar han aparecido restos biológicos de dos cadáveres. Podrían ser incluso tres. Los Mossos creen que los resultados del laboratorio confirmarán que las muestras de uno de ellos son las del imán Abdelbaki Es Satty. De hecho, a partir de la información que manejan, que no ocurriera así sería algo inesperado. Por eso oficialmente solo han explicado que están centrando todos los esfuerzos en localizar a un único fugado, Younes Abouyaaqoub, el principal sospechoso de estar al volante de la furgoneta de la Rambla.

Ayer por la noche entraron en la casa del imán precisamente para buscar restos biológicos que les permitan compararlos con las muestras que están recogiendo entre los escombros de la casa que saltó por los aires en Alcanar, donde los terroristas preparaban explosivos para atentar en Cataluña. Esta operación no está siendo para nada sencilla, dado que se trata de unas ruinas todavía muy inestables.

Alí Yassine, presidente de la Comunidad Islámica Annour de Ripoll, de la que Abdelbaki Es Satty era el imán, se mostró ayer vago sobre quien hasta hace nada fue líder del colectivo. «No hablaba mucho. Es un hombre solitario, muy callado. A algunas personas les dijo que tenía nueve hijos en Marruecos». «Nunca hemos detectado nada extraño en la mezquita, ninguna mala influencia -añadió-. Pero podemos hablar de puertas adentro de la mezquita. Lo que pasara fuera es muy difícil de controlar».

En el chalet de Alcanar, los terroristas estaban preparando bombas de fabricación casera con más de 100 bombonas de gas y con acetona. Los agentes que están removiendo las ruinas han encontrado restos de este producto químico, un indicio que apunta a que lo que estaban preparando era peróxido de acetona (TAPT). Conocida con el sobrenombre de la madre de Satán, esta sustancia es un explosivo vinculado con diversos atentados de Estado Islámico y también de Al Qaeda. Fuentes consultadas por este diario, indican que el plan A de esta célula era preparar una bomba que multiplicaría su virulencia gracias a la carga de las bombonas de butano.

El major de los Mossos, Josep Lluís Trapero, ya remarcó el viernes que la voluntad de los terroristas era perpetrar una masacre que abortó la explosión de Alcanar. El atropellamiento masivo de la Rambla y el de Cambrils fueron en realidad tentativas lanzadas a la desesperada. Si hubieran podido colocar los explosivos con los que trabajaban en el objetivo que habían elegido -un lugar que todavía no está confirmado cuál podría ser- posiblemente la cifra de muertos habría sido muy superior.