Cambrils se ha propuesto recuperar la normalidad cuanto antes. Por eso, una semana después del atentado que costó la vida a la zaragozana Ana María Suárez y causó heridas a otras cinco personas, entre ellas su marido y su hermana, ha puesto en marcha distintas medidas para reforzar la seguridad.

La primera, y más visible, ha sido la colocación, ayer mismo, de varios bloques de hormigón para proteger el acceso al paseo marítimo a la altura del Club Náutico, donde tuvo lugar el atropello de los peatones y fueron abatidos cuatro de los cinco terroristas que se desplazaban en un Audi A3 que volcó delante del puerto deportivo.

Además, se reforzará la presencia policial en la localidad, al igual que en otras poblaciones turísticas catalanas, según anunció ayer en Cambrils el consejero de Interior catalán, Joaquim Forn, que presidió una reunión de la junta local de seguridad en la que también estuvo presente el mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero.

El consejero, que visitó el lugar donde fue atropellada Ana María, destacó que el propósito de la Generalitat es impulsar la participación de las policías locales, entre ellas la de Cambrils, en la aplicación de las medidas antiterroristas, dentro de sus propias competencias.

POLICÍA LOCAL // «Es un ámbito importante en el que será preciso trabajar», subrayó Forn. «Habrá que dar a los agentes más formación, ya que su colaboración es fundamental por su proximidad a la gente», explicó.

Forn estuvo acompañado en su visita al lugar del atentado por la alcaldesa de la ciudad, Camí Mendoza, de Esquerra Republicana de Catalunya, que le mostró el improvisado altar que los ciudadanos han creado en el lugar donde fue arrollada la veraneante aragonesa. Se trata de un tramo de acera situado al comienzo del paseo marítimo, al lado del Club Náutico, donde dos agentes de la Policía autonómica montan guardia permanentemente con armas de fuego.

El consejero de Interior enumeró en el transcurso de la junta de seguridad otras medidas de carácter más general que afectarán a toda la comunidad, como el aumento de las dotaciones policiales en los aeropuertos y en los principales nudos ferroviarios.

SIN BAJAS TURÍSTICAS // Asimismo, señaló que los espectáculos con gran afluencia de público serán objeto de una mayor presencia de los cuerpos y fuerzas de seguridad, se reforzarán los perímetros de seguridad y se intensificarán las identificaciones y registros. Estas últimas medidas se extenderán a los medios de transporte público que sean utilizados por quienes se dirigen a la celebración de actos multitudinarios.

Forn animó a los presentes en la reunión a «seguir trabajando para recuperar la tranquilidad y la percepción de seguridad». En este sentido, afirmó que, según los datos que le han sido facilitados, «no ha habido bajas turísticas», en referencia a la cancelación de reservas en los hoteles. «Esta es una buena señal para restablecer la normalidad», aseguró.

El atentado ha llevado también a las autoridades locales a buscar el refuerzo de los contactos con las diferentes comunidades religiosas con presencia en el municipio. En este sentido, cabe señalar que en Cambrils residen numerosas personas de confesión musulmana.

De hecho, en la tarde de ayer tuvo lugar un encuentro interreligioso en defensa de la paz en el que intervinieron la alcaldesa y los consejeros de la Generalitat Dolors Bassa (Asuntos Sociales) y Josep Rull (Sostenibilidad). Participaron representantes de la religión católica, la musulmana y la evangélica que leyeron textos a favor de la diversidad y la convivencia.

«Somos un pueblo abierto a todo el mundo y a todas las formas de pensar y de creer y lo seguiremos siendo, a pesar de las complicaciones y las pruebas que la vida cotidiana nos ha ido poniendo», afirmó Mendoza. Por su parte, Bassa, destacó que las religiones «no deben ser utilizadas como coartadas para actos terroristas como los que se produjeron en Barcelona y en Cambrils».