«Mi negocio ha ido a mejor con la peatonalización», afirma Isabel Bellostas, propietario de la centenaria bisutería Bellostas. Esta veterana comerciante recuerda de buen grado cómo se gestó aquella reforma en el año 2001. «Se hicieron bien las cosas, con estudios y reuniones con el ayuntamiento donde los comerciantes y vecinos fuimos escuchados de verdad. Estamos muy satisfechos», asegura.

Una de las exigencias que pusieron sobre la mesa, recuerda, fue «que una clienta siempre pudiera llegar en taxi hasta la puerta de las tiendas», algo que se cumple de «forma excepcional» para personas con problemas de movilidad.

También subraya que se evitó hacer las obras en la campaña de Navidad y que estas fueron «a buen ritmo y sin retrasos». «El ayuntamiento estuvo completamente de nuestro lado. Se hizo fenomenal», reitera.

Bellostas lleva en la calle Alfonso I desde 1908 ofreciendo artículos artesanos, de mucha calidad y muy variados que no se pueden encontrar en otras tiendas. Y esa, dicen, es su mayor ventaja para mantener su establecimiento y a sus clientes. «Los cierres que hay son porque los precios han subido mucho», apunta.

A pesar de esta buena experiencia, Isabel no recomienda que Don Jaime I se haga peatonal. «La situación es completamente diferente. Por aquí no pasaban buses ni tanto tráfico. Si la peatonalizan, la hunden completamente, que pase el servicio de autobuses es primordial», sostiene. j. H. P.