Luis María Beamonte, defendió ayer en La Almunia de Doña Godina la necesidad de promulgar una ley de campo consensuada con los diferentes actores implicados en el sector para reforzar los derechos de agricultores y ganaderos y dar facilidades para el relevo generacional.

El candidato del PP a la presidencia del Gobierno de Aragón apostó por «devolver la vitalidad y las oportunidades» a los pequeños y medianos municipios, y recuperar el protagonismo del Aragón rural, utilizando la fortaleza de la agricultura y la ganadería como actividad económica de referencia.

El popular aboga por reconocer institucionalmante el sector primario, con la recuperación de la consejería de Agricultura y Ganadería, y por afianzar un modelo de economía basado en las explotaciones familiares, cuya aportación al PIB regional alcanzó casi el 9% el año pasado.

COMPETITIVIDAD

Las claves del programa agrario de Beamonte son la modernización del sector para aumentar su competitividad, el máximo aprovechamiento del agua en los cultivos y el apoyo a la agroindustria.

La «transformación positiva» del sector pasaría por la ley del campo, que haga del Gobierno de Aragón «un socio activo» en los procesos de concentración parcelaria. También implantarían exenciones y bonificaciones fiscales en transmisiones, sucesiones y donaciones cuando reduden en la ampliación o reordenación de explotaciones, para la incorporación de la mujer, el relevo generacional o la fusión e integración de cooperativas.

El PP incidió también en la defensa de los caudales del Ebro y del Pacto del Agua. Una senda que, según recordó Beamonte, ya iniciaron durante su último mandato al frente de la DGA, con la aprobación de la Estrategia de la Agroindustria, que movilizó más de 300 millones de euros entre el 2011 y el 2015 y que el PSOE ha prolongado. También citaron entre sus propuestas la puesta en marcha del Plan Concentra, para la centralización de la oferta.